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Ayer, la editorial linqueña “Diario del Desierto” presentó cinco nuevos libros

El espacio autogestivo de divulgación cultural a cargo de Ludovico Fonda, Elisa Vicondo y Agustín Luisi dio a conocer cinco ejemplares de su nueva colección “Huellas del Desierto”. Lo hizo en la plaza Sarmiento, desde las 16:00 horas, en un ambiente cargado de emociones, instancia en la que quedaron sellados para siempre los títulos “27 días”, de Elisa Vicondo; “Humor Gótico”, de “Puri” Pérez Muñoz; “Mundos Apartes”, de Nadia Cattai; “Adolecer y otros poemas”, de Teresa Baldibares; y “Escuche el corazón de la paloma goteando”, de Laura Hissa.

Cuando las cosas están hechas con amor, insistencia y tenacidad, seducen más a la hora de tener que contarlas. Uno de estos casos es el de la editorial local “Diario del Desierto”, que ayer, luego de haber trabajado de manera independiente, sostenida y esforzada durante meses, pudo presentar cinco libros a la vez. Sí, cinco. Tres de autorxs linqueñxs, uno de una escritora de General Pinto y otro de una joven de Capital Federal.

Los integrantxs de este espacio realizaron esta puesta en valor cultural en el marco de una nueva colección que han hecho nacer, “Huellas de Desierto”, compuesta por ejemplares de alrededor de 40 páginas cada uno, con un precio accesible para que la gente interesada pueda acceder fácilmente a ellos, aunque, más allá de estos datos, las ediciones de los libros, en su forma, en su diseño, son realmente pretensiosos. Tapas en distintas gamas de colores, impresión nítida y un tamaño muy bueno dentro de los estándares, son algunos de los rasgos que evidencian estos ejemplares, que en esta ocasión fueron propuestos en cinco números, aunque la colección será de quince, con dos presentaciones restantes de cinco más.

La mano creadora, la organización del evento, la búsqueda de escritores y la edición de los libros estuvieron a cargo de quienes dirigen esta editorial local autogestiva, Ludovico Fonda, Elisa Vicondo y Agustín Luisi, tres seres admirables que, con estos ejemplares revelados, han alcanzado, desde su creación como editorial, en el 2012, los 24, un número histórico para el hacer de la cultura vernácula, de la divulgación literaria en nuestro Distrito. La osadía, lo que muchxs pensaban que eran necesario en nuestro medio, se ha hecho realidad, y con una potencia tan grande en cada ejemplar publicado que hace entender que irán por más. Por mucho más.

En relación a los libros que se presentaron ayer, fueron puestos en escena, para la gente, en la plaza Sarmiento, a las 16:00 horas, con un evento armado con calidez, humildad, con el perfil que viene demostrando este espacio, que propone sus creaciones en lugares abiertos, para todo el mundo, y que, luego, una vez que han sido presentados, quedan inmediatamente a disposición en su página web: www.editorialdiariodeldesierto.conm, una arista que demuestra la intención de esta gente de que, lo que hacen, se propague, más allá de necesitar vender sus publicaciones para hacer otras. De otra forma, no podrían hacerlo. Es una rueda que no depende sólo de sus fuerzas, sino también de la gente, de que las personas compren lo que la editorial propone. De eso se trata estar solos, trabajar de manera independiente.

En relación a los libros que se presentaron ayer en la plaza de la avenida Massey ayer, éstos fueron “Veintisiete días”, de Elisa Vicondo; “Humor Gótico”, de “Puri” Pérez Muñoz; “Mundos Apartes”, de Nadia Cattai; “Adolecer y otros poemas”, de Teresa Baldibares; y “Escuche el corazón de la paloma goteando”, de Laura Hissa.

En ese marco, tres de ellxs estuvieron presentes en el lugar, Elisa, “Puri” y Nadia, quienes, ante el público presente, entre familiares de los autorxs, amigxs, gente interesada en la cultura, leyeron algunos escritos de sus libros. Y, en relación a las dos escritoras que no pudieron estar por distintas circunstancias, Teresa y Laura, fueron Ludovico y Elisa quienes leyeron por ellas algunos de los pasajes de sus nuevos libros.

Todo se dio en un contexto ameno, cálido, de emociones, de victoria por poder poner en órbita estos libros en medio de un contexto de pandemia que marea, que casi no deja organizar este tipo de eventos, y que tiene a la cultura rezagada, como uno de los últimos “orejones del tarro”. Parece que muchxs se toman al quehacer de la cultural como un ámbito recreativo, y no lo es. La cultural, su sincronía, sus propuestas, el hilo general en soportes de invención, en esto contextos, y en todos, con los debidos cuidados sanitarios, es una de las palancas más importantes para ayudar a las personas en lo emocional, para pensarse con criterio en contexto, para ver otras cosas más allá del drama general que se vive en todos lados. Y que, por lo que parece, se seguirá viviendo un tiempo más.

De todos modos, como se mencionaba, este evento pudo darse. Y vivirse en un espacio en el que todos podían ir, ver, disfrutar de este hecho de gran relevancia para el arte local. Fue un acierto más de la editorial “Diario del Desierto”, que no deja de hacer sus cosas más allá de cualquier circunstancia, que piensa en las formas adecuadas para trascender; abre su taller, lo mueve. Allí está Luisi siempre manos a la obra en lo práctico, en el diseño, en el encolado, en el prensado, un integrante de este equipo que mueve esos hilos fundamentales, que sabe por puro interés, mucho por el autodidactismo, desde el insistente entusiasmo. En tanto, “Ludo” se encarga de visualizar, de buscar a lxs que escriben, de editar, de corregir, de poner en orden estético el producto final que luego se verá. Por su parte, Elisa es la que se encarga de las redes, de la organización, de revelar y contar en qué anda la editorial, qué hizo, qué hará. Ella está en la escena virtual, en la página, insistiendo en ese rol. Aunque éstos son solo algunos de los trabajos puntuales que tienen cada uno de ellxs. Luego más allá de éstos, mueven hilos conjugados que solo ellxs lo saben, y que son mágicos, pues, desde lo autogestivo, desde la pura independencia, casi sin ayuda desde ningún lado, siempre aparecen. Y lo hacen publicando, dando a conocer nuevas voces, letras, pensamientos. Es, lo que hacen, un trabajo que ya ha comenzado a quedar marcado para siempre en nuevo Partido.

CÓMO COMPRAR LOS LIBROS

Para poder comprar los libros que se presentaron ayer, la editorial puso a disposición los números de teléfono (2355) 514961 / 531533 / 692743. Para éstos, para los cinco ejemplares publicados ayer, la editorial dispuso promociones. Así, uno tiene un costo de $300; dos, de $500; 3 de $700; cuatro, de $900; y cinco, de $1.000.

LO QUE VIENE PARA LA EDITORIAL

En relación a lo que se viene, en breve la editorial sacará el segundo número de su revista. Si, también hacen una revista cultural cuatrimestral con distintas voces, con columnistas, propuestas literarias, teatrales, con contenidos locales, regionales. Y con muchas cosas más en su interior. Esa revista, titulada “Tapera del Desierto”, sería puesta a disposición el mes que entra, aunque aún no se sabe la fecha puntual.

También tienen en carpeta, en el corto plazo, hacer una novela gráfica; y seguir, por supuesto, con sus proyectos de publicación de libros de autores y autoras locales, zonales, regionales y de otros ámbitos más alejados también. La editorial se expande. Y crece. Eso está a la vista. Y de manera evidente.

ALGUNOS ESCRITOS DE LOS LIBROS PRESENTADOS AYER

A continuación, Corazón Amateur te propone un escrito de cada uno de los libros que se presentaron ayer, que se encuentran disponibles en formato PDF en la página web de la editorial.

“ESCUCHE EL CORAZÓN DE LA PALOMA GOTEANDO AL AMANECER”, DE LAURA HISSA

PAN

Aldea anónima

manada volviendo

a la palabra

que naufraga

en los silencios

Eurídice y su llamado

entrar y permanecer

en el umbral de todos los misterios

Esto es un intento

de atravesar mi sombra

como lo hace el agua

cuando no tiene precio

Botella lanzada al mar

huesos crecidos tierra adentro

Quedate en mi pecho

volcán

templando a este sueñero

VEINTISIETE DÍAS”, DE ELISA VICONDO

Hoy hace veintisiete días que llueve en mi pieza.

Digo lluvia, pero es de las lluvias malas que hablo.

De esas que te pegan en los ojos con gotitas saladas, que te perforan

la mirada.

“Hace veintisiete días”, le dije a mi vecina, María, cuando sacaba a

mi gato a tomar sol: “Veintisiete días que llueve”.

Es que María me conoce desde siempre, y a alguien le tenía que decir

que me llovía agua amarga.

Porque no estoy loca. Sé que la tierra del patio está seca, los árboles

quebrados. Hasta la misma María me dijo: “¿Llover?… ¡Qué raro! Si

vamos con una sequía larga”. Y se me quedó mirando con esos ojos

de bruja que tiene.

“¿Estás bien?’”, me preguntó. “¿Comiste nena?”

La dejé preguntándole a mi sombra que es más agradable que yo.

Pero sí, ya son veintisiete días que llueve agua amarga.

No recuerdo cuándo empezó, si fue un lunes o un fin de semana.

Lo que tengo presente es que el primer día que amanecí acuosa,

atiné a agarrarme el pelo chuzo que tengo para sostenerme de algo.

Porque siempre tengo esa sensación de vivir cosas que otros no ven,

no escuchan.

Entonces, me mastico la lengua, me pego. Necesito sentir un dolor

más real que lo que estoy viendo. Y en eso estaba, tirando mis pelos,

cuando de ese manojo de hierbas me hice una trenza.

Y cada día, cuando despierto y veo el caos de esta lluvia interna, me

hago una trenza. Y las cuento, son mi rosario de pelos. Veintisiete

trencitas desprolijas.

Y vuelvo a mi lluvia, solo mía. No es como lo que

estás pensando.

Arranca igual.

Primero se instala en mis oídos un viento suave que me arrulla los

tímpanos y me lleva lejos, a la infancia, al pasto. Y cuando estoy

entregada a ese ronroneo, de golpe, el trueno seco en la espalda, y

luego, la lluvia potente, helada, cae en mis huesos.

En la trenza trece saqué, por la mañana, cinco baldes de agua de la

pieza. Perdí los libros de poemas que habían quedado dispersos en

el piso luego de una noche pizarniana.

 Y arrolla todo cuando llega, y deshoja todo cuando se va.

Porque la humedad, esa maldita sangre acuosa, come todo lo que

queda. Es tan selectiva, tan callada…

Comenzó con las fotos de las paredes. Día a día, fue bañando de

bruma los ojos, el rostro de mis seres queridos. Y cuando quiero

acordar, solo cuelgan los marcos vacíos.

Y llueve, y tengo miedo.

Cuelgo las sábanas todos los días para que el sol sea piadoso con

ellas.

Las frazadas las seco con la plancha.

Mi gato ya no quiere dormir conmigo. Él sabe que esa lluvia es

perversa.

Y desde hace varias trenzas que tengo una tos ronca y me duele el

pecho al respirar profundo.

Estoy segura que es la humedad entrando por mi piel. Quiere borrarme los ojos, la nariz.

¿A quién le cuento lo que me pasa?

María, me mira desconfiada.

No tengo amigos, en casa ya no queda nadie.

Según mis cálculos, con sesenta trencitas podré hacer un lazo fuerte

de pelos; será mi soga viviente cuando abrace mi cuello y salte al

vacío.

“ADOLECER Y OTROS POEMAS”, DE TERESA BALDIBARES

ADOLECER

Si pudiera encontrar las palabras,

si pudiera inventarlas…

Porque no puedo explicarte

el dolor que llevo dentro,

lo que duele despertar a diario

y no encontrarle sentido a mi vida.

Pero no puedo.

El llanto en la risa,

el dolor y la culpa,

la vergüenza y la humillación

que llevo en la mochila.

Si tan solo pudieras ver mis ojos

cuando me das la espalda.

Las horas que mastico en mi boca,

las burlas tatuadas en el pecho,

y las noches sin dormir

por el dolor de las risas ajenas.

Las ausencias que arden.

Presencias que sobran.

Lo que quiero y lo que puedo.

Pero no, no hay palabras.

Y lloro en la lluvia,

me baño en silencio,

y desde el barro de mi calle,

pienso por qué no es azul mi cielo

“HUMOR GÓTICO”, DE MARTÍN “PURI” PÉREZ MUÑOZ

INICIO SIN PREÁMBULOS

Bien sé que no nos

conocemos,

pero escuchá un momento,

necesito que

hablemos…

La sangre se me vuelve

espesa,

se me congela,

y brota

por los ojos…

temo estar volviéndome

loco…

Por eso me haría bien

conocerte,

tal vez eso pueda

meterme

en algún nuevo

ambiente.

Temo estar…

“MUNDOS APARTES”, DE NADIA CATTAI

CAMINANDO VOY

Entregando mi poesía.

Escritos de una joven “sentipensante”,

o como quieran llamarlos…

Yo los llamo militancia: por La vida, el Amor y la Libertad.

Es dar lo que vibro, de lo contrario explotaría.

Me he detenido a conquistar revoluciones; me han herido, y he

sabido recuperar la paz.

En todos lados brilla y se refleja lo divino, eso cosecho andando

(eso es con lo que me quedo)

para llevarlo a donde haya que sembrar.

LIBROS PUBLICADOS POR LA EDITORIAL DIARIO DEL DESIERTO

Los libros publicados por la editorial Diario del Desierto, desde su creación en el año 2012, son “La Ida” y “La Vuelta” (autoría de Ludovico Fonda y Agustín Luisi), “Nurtura” (de Elisa Vicondo), “Relatos de Mi Vida” (de Martín Luisi), “Antología Inicial” (de Santiago Zambianchi), “Doce Vigilias de Beltrán Romero” (de Ludovico Fonda), “Apuntes de otros Cielos” (de María Elvira Aristimuño), “Algo” (de Ludovico Fonda), “Nuevos peces para la Felicidad” (de Miguel Alegre), “Eduardo Mallea y Atahualpa Yupanqui en una Argentina, ¿Imposible?” (de Augusto Berengan); “El ciclo de la locura” (de Melina Balderrein y Facundo Repetti); “La casa de Toti” (de Agustín Luisi); “El Ocaso de Ricardo” y “La Maldición” (de Inés Iticovici); “Balcón de Ángeles”, (Santiago Zambianchi); “Para incendiar: más poesía, menos policía” (de Valentín Jáuregui); “El corazón todos estos días” (de José Luis Larroca); “La intemperie es siempre” (Ludovico Fonda); “Veintisiete días”, de Elisa Vicondo; “Humor Gótico” (de “Puri” Pérez Muñoz); “Mundos Apartes”, (de Nadia Cattai); “Adolecer y otros poemas” (de Teresa Baldibares); y “Escuche el corazón de la paloma goteando” (de Laura Hissa).

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