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Coronavirus: qué condiciones deberán cumplir los mayores de 60 años para vacunarse

Según el ministerio de Salud, el universo de personas mayores de 60 años que podrá acceder de forma voluntaria y gratuita es de 7.375.000 personas en todo el país. Entre los principales interrogantes surgen si deberán vacunarse aquellos que ya tuvieron COVID-19 y cuáles son los posibles síntomas tras la vacunación.

Este miércoles llegó finalmente la habilitación de la vacuna Sputnik V para su aplicación en personas mayores de 60 años, un día después de que se confirmara que la Argentina ya cuenta con otros 5 millones de dosis de la vacuna Sputnik-V para traer desde Moscú. De esa manera, el Gobierno nacional se prepara para cumplir con el segundo objetivo del plan de vacunación lanzado a fin del año pasado: la inmunización de las personas mayores de 60 años. ¿Qué condiciones deberán cumplir para poder aplicarse la vacuna? ¿Qué contraindicaciones existen?

LAS CIFRAS DE LA CAMPAÑA DE VACUNACIÓN EN ADULTOS MAYORES

El primer objetivo del plan de vacunación era alcanzar al personal médico, escalonado según riesgo de actividad, que este martes comenzó a recibir la segunda dosis de la Sputnik-V. Ahora, con la inminente habilitación por parte de la Anmat para aplicar la vacuna del Instituto Gamaleya en mayores de 60 años, comenzará la segunda etapa del plan estratégico.

El universo de personas mayores de 60 años que podrá acceder de forma voluntaria y gratuita -con la simple presentación del DNI y sin orden médica- es de 7.375.000 de personas en todo el país, según el ministerio de Salud. Entre ellos, el primer escalón de prioridad será los adultos mayores de 70 años (grupo etario en el que la tasa de letalidad en la Argentina se incrementa del 2.7 al 18.3 por ciento y llega al 39,1% en mayores de 80 años).

En paralelo, el plan avanzará en todas las personas que residen en establecimientos geriátricos: según el Indec, son 94 mil en todo el país. En un segundo escalón de prioridad estarán los adultos mayores entre 60 y 69 años. Según el reporte epidemiológico de la cartera sanitaria, las personas mayores de 60 años que se contagiaron de COVID-19 en el país son 274.201: 142.358, entre 60 y 69 años; 54.401, entre 70 y 79 años; y 7.742, mayores de 80 años.

¿DEBEN VACUNARSE LOS ADULTOS MAYORES RECUPERADOS DE COVID-19?

El ministerio de Salud indicó: “Todas las personas que pertenezcan a la población objetivo podrán acceder a la vacunación, independientemente de haber cursado previamente la enfermedad”. En el portal del ministerio de salud bonaerense, que lanzó la campaña de preinscripción “Vacunate”, se precisa el caso específico de aquellos infectados con COVID-19 que recibieron tratamiento con plasma.

“Actualmente no hay datos sobre la seguridad o eficacia de la vacunación COVID-19 en personas que hayan recibido anticuerpos monoclonales o plasma de convaleciente como parte del tratamiento para la COVID-19. Por lo tanto, por el momento la recomendación es que la vacunación se posponga durante al menos 90 días desde el tratamiento para evitar su interferencia en la respuesta inmune inducida por la vacuna”, recomienda la cartera de Salud encabezada por Daniel Gollán.

CONTRAINDICACIONES

Otro de los puntos a atender antes de acercarse a los puntos de vacunación es saber si existen contraindicaciones que impidan que una persona reciba la vacuna. El ministerio de Salud, a partir de la información disponible de los estudios de seguridad y eficacia, enumera las siguientes contraindicaciones para la aplicación de la primera dosis de la Sputnik-V:

– Hipersensibilidad a cualquier componente de una vacuna o a una vacuna que contenga componentes similares.

– Antecedente de reacciones alérgicas graves.

– Enfermedades agudas graves (infecciosas y no infecciosas) o exacerbación de enfermedades crónicas, que impliquen compromiso del estado general.

¿HAY QUE MANTENER LAS MEDIDAS DE PREVENCIÓN LUEGO DE LA APLICACIÓN DE LA VACUNA?

El ministerio de Salud resalta que, una vez aplicada la primera dosis, las personas deberán mantenerse alertas ante la aparición de algunos síntomas posibles por la aplicación de la vacuna, que pueden ser locales (dolor, hinchazón y aumento de temperatura en el lugar de la inyección) o generales (escalofríos, fiebre, artralgia, mialgia, astenia, malestar general, dolor de cabeza). Ante cualquier duda se podrá llamar a la línea 120.

Una vez pasado ese período, las personas vacunadas no pueden darse por inmunizadas, o sea, con los anticuerpos necesarios para evitar contagiarse de la Covid-19. “Es demasiado pronto para saber cuánto durará la protección conferida por la vacuna, y si será o no de largo plazo”, advierte el ministerio de Salud, e indica entre algunos de los factores la edad de la persona vacunada, algo relevante dentro de la población de riesgo de más de 60 años, a lo que se le agregan enfermedades subyacentes, estado inmunitario y variabilidad del virus.

De todas maneras, a partir de los estudios realizados en personas recuperadas, la cartera sanitaria destaca que “la mayoría de las personas que se recuperan de la COVID-19, desarrollan una respuesta inmunitaria que ofrece al menos alguna protección contra una nueva infección, si bien aún no se determinó la intensidad ni la duración de esa protección”.

Por otra parte, el ministerio de Salud advierte que “las diferentes vacunas contra el COVID-19 no serán intercambiables”, por lo tanto, la población que comience a ser vacunada con la Sputnik-V deberá cumplir el plan con esa misma vacuna para la segunda dosis. Esto se hace imperioso en el caso de la vacuna del Instituto Gamaleya, ya que las dos dosis tienen componentes distintos.

Por ultimo, las recomendaciones de cuidado resaltan que las personas vacunadas deberán continuar respetando las medidas preventivas -barbijo, lavado de manos, distancia social- hasta que los estudios científicos avancen y prueben el nivel de inmunización de las vacunas y su duración.

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