A puro corazón “Facu” Ferreyra viajó desde su ciudad natal dos veces por semana para jugar en Newell’s
El juvenil ex Rivadavia categoría 2002 se trasladó por más de un mes desde Vedia hasta Rosario, en una muestra magistral de convencimiento y actitud deportiva. En ese marco, hoy concluyó el año de prácticas, para arrancar el 2021, puntualmente en enero, ya anclado en su club, dentro de la Quinta División.
A puro corazón y sacrificio, el ex Rivadavia Facundo Ferreyra estuvo más de un mes viajando dos veces por semana desde su pueblo natal, Vedia, hacia Rosario, para entrenar en su club, Newell’s Old Boys, en donde milita en la Quinta categoría. Sí, kilómetros y kilómetros recorrió este gran valor deportivo para poder llegar a entrenar en su club, para sostener sus aspiraciones, para no perder todo lo ganado en sus logros de carrera.
Bolso al hombro y a la ruta, con el sueño intacto de seguir en esta entidad de prestigio en el país, a la que “Facu” llegó luego de haber jugado en el Rojo de Lincoln, de haber estado viviendo en la pensión “Abel ‘lito’ Burrial” por años, desde los 12 hasta que se fue a Newell’s, de haber propuesto allí lo mejor de sí para dar el salto a lo más grande del fútbol nacional en lo que respecta a las inferiores.
En ese marco, luego de haber entrenado durante varios meses en su ciudad, cuando se le dio la posibilidad de volver a las prácticas, “Facu” no lo dudó. Tomó -tras haber entrenado duro sin el lugar natural del terreno de juego y en contexto institucional- la decisión de viajar cada semana y, a esta altura, puntualmente hoy, ha terminado con esta etapa de gran sacrificio. Hoy concluyó formalmente las prácticas con la “Lepra” 2020, para comenzar el año 2021 con las competencias y entrenamientos ya anclado en Rosario, una instancia que iniciará para él y sus compañeros a mediados de enero, con Ferreyra (categoría 2002, en el puesto de defensor) ya anclado en un departamento a principios de ese mes en lo posible, según le confesó a Corazón Amateur, una circunstancia que le permitirá dejar de tener que hacer esta gran esfuerzo de viajes semanales, que, sin dudas, le han servido para saber cuánto puede dar en sus deseos y aspiraciones de trascender dentro del fútbol, cuánto es el valor que tiene para seguir avanzando en su carrera, cuánto vale hacer estas cosas para no perder los sueños que uno tiene, una actitud que contagia a otros deportistas, quienes, con la muestra de este joven, descubren, entre otras cosas de altivo humano, que todo es posible si uno decide caminar hacia una meta firmemente, sin titubeos.
