Al corazón del hincha de El Linqueño no hay pandemia que lo pare
En un nuevo aniversario de la institución albiazul, sus simpatizantes se adhirieron en gran número al banderazo que había propuesto este club para esta fecha especial, en lo que es una evidencia de lo que la gente, su gente, quiere a esta entidad de Lincoln, que llegó a sus 106 años de vida ayer, de rica historia, que se respeta, y que está, en el presente, en un gran proceso de evolución en todos los órdenes, deportivos, sociales y institucionales.
El Linqueño cumplió ayer 106 años de vida y la gente, su gente, se lo hizo notar, a pesar de que no se haya podido festejar semejante fecha de una manera normal por la pandemia que estamos viviendo.
En detalle, convocados y convocadas por el club albiazul para hacer un banderazo en las redes sociales, las y los hinchas linqueñistas expresaron su amor por el club de distintas maneras, con fotos en el recuerdo, con la camisa puesta, con banderas, figuras y símbolos, y con formas de identificación diferentes, y muy originales, las cuales han dejado nuevamente de manifiesto no sólo la gran cantidad de hinchas que tiene el CAEL, sino la forma en que éstos y éstas demuestran sus pasiones por la entidad, que es grande, que tiene muchas disciplinas y una gran Comisión Directiva, que ha sabido mancomunar los trabajos de las Subcomisiones, juntar a la gente del club, a sus simpatizantes, en lo que es un trabajo acertado y con mucha madurez que viene llevando hace más de tres años el cuerpo dirigencial actual comandado por Ramiro Cañón, que tiene siempre calma, paciencia, criterio, solidaridad y un gran amor por el club. Todas estas cualidades de líder han hecho, junto al trabajo de todos los que se desempeñan en la entidad, un aniversario nuevamente emocionante, digno de destacar, de admirar, y de disfrutar también, sea uno o una hincha del que club que sea.
Las fotos, las postales, las imágenes aparecieron en torno a este banderazo propuesto por El Linqueño, que sorteaba camisetas, aunque, si esa arista no hubiese existido, el banderazo hubiese sido igual también. Y es porque la gente linqueñista siempre se expresa igual, siempre está al lado del club, apoyando desde el lugar que puede, siempre con pasión y un poco de fanatismo.
Por todas estas cosas ratificadas una vez más este domingo, el CAEL es, sin dudas, unos de los clubes más grandes de la zona en este tema, en el de su hinchada, en el de su gente acompañando, mostrando cuánto quiere al club, cuánto apego y pasión tiene, y eso no se logra sólo o por casualidad. Es el trabajo de años, el crecimiento, la transparencia con la que se va construyendo la evolución. Muchos y muchas de las y los que trabajan allí se la pasan casi todo el día en la entidad. Nunca dan la espalda. No se guardan nada. Y cuando la solidaridad se manifiesta de una forma tan clara, el hincha queda seducido, inflado de emoción. Y se hace más hincha, en el marco de un lugar en el que practica deporte, una disciplina que es fundamental en los procesos de socialización, de formación, de crecimiento emocional, pues, hoy, y desde siempre, el deporte ha sido un espacio en donde los jóvenes ponen de manifiesto sus deseos de la manera más pura, menos condicionada, más amorosa, más expectante. El deporte es un lugar poderoso, evolutivo, fundamental para el buen crecimiento especialmente de sensaciones, aunque lo es también de manera integral, en todos los campos en loa que el humano se evidencia como tal.
Eso la gente de El Linqueño lo sabe. Y, por eso, respeta este proceso de crecimiento elaborando mejoras edilicias, contratando gente que tiene oficio, tratando bien a los chicos y chicas, con merendero incluso, y con muchas cosas más que serían imposibles contar o identificar en una nota.
El CAEL es grande por su gente de adentro y de afuera. Y eso quedó evidenciado, como se mencionaba en párrafos anteriores, en el banderazo de ayer. Y en todo lo que viene haciendo el CAEL en sus últimos años. Y en muchos procesos de oro de sus 106 años de vida y rica historia.
Saludamos a este club con orgullo desde Corazón Amateur. Y a toda su gente.