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“Cuando no pasa el tren”, zona de libertad, arte e inspiración

Cerró a lo grande, con los condimentos que tiene que tener un evento libre. ¿Qué es ser libre? Libre es hacer lo que uno desea sin condicionamientos, planear ideas y ponerlas en acción, contagiar algo bello desde un lado noble, creativo y productivo para la mente y el corazón, tal como lo hicieron los “Tura Urb” y todos los artistas invitados en la sexta edición de “Cuando no pasa el Tren”, y también la gran cantidad de gente que se acercó a este evento, que fue muchísima. ¿Qué pasaría con un encuentro artístico sin la gente? Nada. Pues el arte es la inspiración arrojada con flores o fuego hacia el otro. Y ese otro sale prendido fuego o de jardín para hacer otros jardines. O para incendiar la realidad, que está jodida. Y comenzar desde las cenizas otra vez.

Así fue. Flores, fuego, acordes, palomas, pastos y niños estaban viendo cómo es que se hace lo libre, por más cerco que haya alrededor. En el escenario, entre sábado y domingo pasados, los artistas, artesanos y feriantes, que cada vez son más en “Cuando no pasa el Tren”, pusieron un granito de arena más dentro de un palimpsesto que va forjando grandes ideas. No se olviden de lo que les digo. Muchos chicos estuvieron debajo de la Magnolia, que protegía el escenario armado para la ocasión, andando encima de su arte: raperos, niños “teatristas”, bateros pequeños y hasta la “Titi”, un títere obra de Julia Sigliano, quien, imitando la banda de punk Urtikaria, se hizo una agrupación casi igual por contagio, acompañada en la guitarra por Melina Rosello en ese magnífico show. ¿No habrá querido decir la “Titi” que mirando las cosas en “Cuando no pasa el tren” se inspira y se revelan elementos de futuro para los niños y adolescentes que se encuentran frente a un evento ecléctico de estas dimensiones? Para mí que sí.

Los artesanos, con remeras, collares, pulseras, etcétera, estaban también allí con su porfiada y hermosa manera de vender lo que les gusta hacer, un trabajo que es muy respetado, pues laburar con las manos es trabajar con la cabeza y bajar el elemento a los dedos en una especie de relación de alquimia. Y así lo decía Richard Sennett, un escritor sin hostias que valora las manualidades como uno de los hechos más fecundos de la vida. Tiene un ejemplar de su autoría que se llama “El Artesano”. Se los recomiendo.

También estaba “Penélope”, una mujer de papel creada por Noemí Palomino, quien, sentada en una de los sillones de espera de la estación, proponía un tema en MP3 de Serrat, justamente “Penélope”. Y, allí, la gente se sentaba junto a ella a escuchar la melodía, o a arreglarle la ropa. O Simplemente a hacer una compañía de miradas por semejante obra propuesta en “Cuando no pasa el tren”, sexta edición. Magia.

Vino también un poeta juninense de apellido Jáuregui. Y, entre poesías urbanas, personales y de palabras vivas y crudas, levantó el termómetro de la sensibilidad, conglomerada en la gente allí, por supuesto, ¿o cree que los pocos sensibles irían a una movida de esta índole? No. Andan por estas horas, o en últimos años, desplumes del pensamiento. Y vienen de lugares supuestamente ilustres, pero no lo son. Los que queman libros, dominan medios y diezman la usina de la contigüidad de las neuronas y los ejes motores por donde se mueve el corazón, no estaban en la estación. Lo que sí estaba era la vía pelada de locomotoras y ruidos de grandes bocinas de trenes. ¿Usted sabía que con trenes en marcha se reduce el gasto de combustible de traslado? ¿Sabía usted que el 70% de los fletes se hacen con camiones en nuestro querido mercado? Si anduvieran los trenes gastaríamos menos combustible y, entonces, no subirían tanto los precios, ya que la cadena de valor del comercio integral sería mucho más barata. No estaría la leche a $90, la mermelada a $100, los duros fideos a $50, el pan a ya no sé cuánto vale. “Incomprable”. Por eso, creo yo, esta movida se llama “Cuando no pasa el tren” porque debería pasar el tren, o los trenes. Varios. ¿Entonces sería una movida de pedido y protesta? En parte supongo. Y la otra parte es la de propagar el arte linqueño, otorgar un escenario vivo y continuo para que nuestros autores puedan saber que, de tanto en tanto, hay un lugar para tocar, para vender manualidades, para hacer remeras collares y “Penélopes”, pinturas y poesías. De ese modo, cuando uno ensaya, ya no lo hace desandando tablones imaginarios en donde ir a exponer sus propuestas, porque ya saben que hay uno. Y bien sólido. Sólido para siempre es lo que parece, porque no se les ve a los organizadores de esta movida un milímetro de duda en lo que hacen. Este fin de semana eran las doce del mediodía y el “Negro” Arcos, Elisa Vicondo, “Conty” Arcos, Rulfo Galante, Micaela Melgarejo, Paula Cannavó y Tomás Argumero, una parte de los hacedores de este evento, estaban allí ya armando todo. Gratis, armando el sonido, poniendo libros a la venta de vuelo literario, emprolijando el escenario, haciéndolo a mano, con la ayuda, por supuesto, de la sombra de la planta de Magnolias. Y también los artistas hicieron lo mismo. Trasladaron instrumentos, se pusieron el overol, tomaron algunos unos refrescos y a la escena, a cantar, a leer, a rapear, a mover palillos, a activar la libertad. Eso es “Cuando no pasa el tren”, un aditivo de libertad.

También estuvo Ezequiel Tujague explicando lo que intento hacer yo aquí en esta nota larga. El poeta inquieto, gran heladero, teatrero, fanático de Diego Lovizio (referente de teatro), comenzó a recitar algunos pensamientos bien vivos, los cuales enmarcaron, de manera magistral en lo conceptual, al evento.

“Pury” también tuvo su momento de teatro acompañado en la guitarra por el multifacético artista Ludo Fonda. El pequeño de unos 16 años, alumno de GIDI, hizo sacarles el sombrero a todos los que estaban allí. Y fue exclusivamente por su puro talento.  

Lo cierto es que, entre sábado y domingo, se movió el tren de “Tura Urb” y el espíritu de nuestros artistas, nos los de los trenes literales. Así, de esa manera, una vez más, esta movida mostró qué significa la libertad, cuando todo cierra, cuando todo se hace a pulmón. Mostró que el arte en Lincoln es grande, enorme, y que no puede ser subestimado, pues el arte es un arma de flores y lianas sobre cualquier pantano. Aunque lo triste en ese marco es que todavía hay torpes ilustres que aún no lo saben. O que se hacen los boludos, una circunstancia aún más triste.

LOS PROTAGONISTAS EN EL ESCENARIO

Sábado: Dúo Clart-Bertinat; Ruta 68; Braian Rap; Ludovico Fonda, más poesía de Ezequiel Tujague; Dúo de Brasil, Urtikaria; y un cortometraje de Paula Cannavó titulado “Momentos de primavera en Lincoln” (22:00). Domingo: Meztiso; Los Diablos; Elipsis; Perro Flaco; poesía por Valentín Jáureghi; y Mono Turbio, entre otros.

FERIA Y EXPOSICIÓN DE ARTE

Feriantes de todo tipo, entre las que se encontraban propuestas de ventas de plantas, comida, remeras, pulseras, anillos, etc., se reunieron en “Cuando no pasa el tren”, sexta edición, en gran número, en el marco de una iniciativa que es muy productiva para estos geniales emprendedores. También hubo una exposición de arte estática, en donde, mayormente, se evidenciaron artes plásticas.

GRUPO ESTABLE DE “TURA URB, CULTURA URBANA”

“Conty” Arcos, Fernando Arcos, Diego “rouffo” Galante, Elisa Vicondo, Silvina Petralía, Tomás Argumero, Tomás Langa, Nicolás Banegas, Matías Blaiotta, Micaela Melgarejo, Paula Cannavó y Aixa.

QUÉ ES TURA URB

Según sus creadores, “Tura Urb es una organización cultural independiente y autogestiva sin fines de lucro. Nacimos a principio del 2018. Somos artistas, comunicadorxs y colaboradores de la cultura linqueña que revalorizamos el poder del arte como herramienta de transformación.

Nuestro objetivo es abrir espacios para generar encuentros de construcción entre artistas linqueñxs y regionales.

A mitad del 2017 nació ‘Cuando no pasa el tren’, festival cultural, e incorporamos otras movidas culturales como el ‘Turapalusa, Festival Under de las Artes’ y ‘FIAD, Feria Independiente y Autogestiva de Diseño’.

El 26 de agosto del 2019 pudimos conseguir la Personería Jurídica, un logro muy importante para nosotrxs, ya que nos da un marco legal para seguir avanzando en importantes proyectos culturales.

Estamos abiertxs a cualquier propuesta, actividad o idea.

SI TE QUERÉS SUMAR A SER PARTE DE TURA URB nos podés escribir a través del Facebook/Instagram “TURA URB”; o comunicarte al número (2355) 449294”.

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