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Eduardo Freston hizo un balance deportivo de lo que sucedió en CAVUL en el 2020

El instructor del “Vago” contó las situaciones por las que han tenido que pasar él y sus jugadores en un año que ha sido nulo en competencias, aunque con la posibilidad de realizar entrenamientos por algunos meses. También expresó qué harán dentro del club, a modo de prácticas, en el verano.

CAVUL está por cerrar un año sin competencias, con sólo la posibilidad desde septiembre de haber podido retomar sus entrenamientos, aunque con algunas suspensiones de ellos en este lapso por picos de casos activos de COVID-19 dados en el distrito de Lincoln.

En ese orden, el cuerpo técnico del “Vago”, con Eduardo “papón” Freston a la cabeza, debió buscar alternativas para contener a sus deportistas, para poder orientarlos frente a una pandemia que ha provocado desastres en el orden competitivo convencional, tanto para los más grandes como a los más chicos, y más teniendo en cuenta que CAVUL habían realizado, en lo deportivo, un año 2019 excelente, con el Apertura ganado en Primera y con la disputa de la súper final del año jugada ante El Linqueño, todos certámenes organizados por la Asociación Juninense de Básquet (AJB).

De ese modo, con herramientas múltiples, el cuerpo técnico del Celeste logró llevar el año adelante con iniciativas de diferente tipo dentro de la cancha, pudo sostener a sus deportistas, y hasta sumar más al club. Todo un logro es lo que han hecho en el “Vago” ante un año atípico, frente a un 2020 complicado para todos los clubes, para todas las disciplinas deportivas.

En ese contexto, con la idea de que haga un balance de año, Corazón Amateur dialogó con Freston, quien puso de manifiesto esta mirada global a modo de resumen anual, además de haber expresado cómo seguirán las actividades para el “Vago” en este verano, hasta que comience el momento de una nueva pretemporada y de las contiendas formales, las oficiales, las que todos desean que comienzan a llevarse a cabo.  

En ese sentido, en primer término, Papón manifestó: “Fue un año complicado, en el sentido de que estaban las cosas muy bien porque había consenso en la Primera División y estábamos bien para arrancar y hacer un buen torneo, para jugar el Provincial, con chicos del club en su mayoría. La verdad es que estábamos muy bien, y con las formativas también, aunque hubo que reinventarse cuando nos enteramos que no se podía jugar por la pandemia. Y fue allí que empezamos a buscar motivaciones por otro lado, intentando hacer entrenamientos más alegres, y, por suerte, los chicos respondieron. Tuvimos la misma cantidad o más dentro de las prácticas, en el club. En tanto, en el presente tuvimos también que reinventarnos para el verano, porque en enero los deportistas entran de vacaciones y este año supimos que no nos las vamos a poder tomar. Entonces, se nos ocurrió la idea de proponer una pequeña pileta y algunos aros en el patio del club, en el pasto, en donde haremos juegos diferenciados, como así también en la cancha de adentro del gimnasio. En ese marco, ya tenemos casi cincuenta chicos anotados para estas actividades, pertenecientes a las categorías Mini Premini y Cebollitas, así que vamos a tener, finalmente, setenta chicos en torno a esta propuesta, en lo que será una colonia que va a estar muy buena. Además, esta iniciativa podría durar para siempre”.

Luego de ese concepto, en la misma línea, Freston agregó: “En definitiva, este año progresamos, pudimos hacer más cosas, y me siento más preparado como entrenador que a principios de año. Por ahí para los chicos no fue tan entretenido por el hecho de no haber podido jugar al básquet de manera oficial, pero yo, como entrenador, creo que crecí, ya que tuve que hacerlo a la fuerza, y también crecieron los jugadores”.

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