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Iván Larroca, ex futbolista de Rivadavia de Lincoln, se recibió de director técnico nacional

El ex volante zurdo albirrojo hizo el curso en la Escuela Autorizada N° 87 “Osvaldo J. Zubeldía” de La Plata, una formación que lo habilita para dirigir en varias divisionales a nivel nacional, entre formativas y mayores. En ese marco, Larroca contó su experiencia vivida en este curso de gran nivel, sus proyectos como DT y también su tiempo de grandes momentos emocionales y deportivos en el Rojo.

El ex jugador de Rivadavia de Lincoln, Iván “pocho” Larroca, se recibió de director técnico nacional, y lo hizo en La Plata, puntualmente en la Escuela Autorizada N° 87 “Osvaldo J. Zubeldía”, que funciona en la Escuela “Albert Thomas”, ubicada en calles 1 y 57 de la ciudad de las diagonales.

El curso le ha otorgado, hasta ahora, terminado el primer año y el segundo, con una duración de tres en total, la Licencia “C” (habilita a dirigir en el fútbol de base hasta 12 años) y la “B” (habilita para comandar en elencos de fútbol infanto-juveniles amateur y formativos hasta 15 años) en el primer nivel; y la Licencia “A” (permite ser instructor en elencos de fútbol de jóvenes élite desde Sub-16 y Tercera y Cuarta División).

En ese marco, con estos dos años ya concluidos, en breve Larroca comenzará a hacer el tercero, que tiene una duración de seis meses, y que otorga, en su tercer nivel (tercer año), la Licencia “PRO”, que habilita para dirigir en el fútbol profesional (Primera y Segunda División), con experiencia adquirida a especificar.

La Escuela Autorizada Nª 87 “Osvaldo Zubeldía” tiene como director a Juan Ramón Verón, ex jugador de reconocimiento nacional, padre de Juan Sebastián, también futbolista de gran trascendencia en la historia deportiva de nuestro país.

Larroca logró concluir el segundo año del curso regular de Técnico Nacional el pasado 7 de diciembre, momento en el que, con un acto junto a la presencia de sus compañeros y autoridades de la entidad, recibió el certificado que lo habilita para ser DT en las divisionales mencionadas anteriormente, un logro que servirá para que este ex jugador del Rojo, un zurdo talentoso formado plenamente en Rivadavia, pueda realizar esta faceta deportiva-laboral que es una pasión para él, más allá de que su oficio central sea el de abogado.

En relación a su carrera deportiva en el Albirrojo, Iván se formó plenamente en ese club, con un paso de prueba en inferiores por River Plate. En ese marco, en su tiempo en “Riva”, logró la primera medalla de Oro en los Juegos Bonaerenses, además de haber jugado en Primera varios torneos organizados por la Liga Deportiva del Oeste y ser parte de planteles de ascenso, tiempo puntual en el que Rivadavia logró el pasaje del Argentino B al Argentino A, con el gran director técnico Juan Carlos Pírez, que fue el que logró hacer ascender al Rojo desde el Argentino C al A. Iván, en ese tiempo, era juvenil, con muchas virtudes futbolísticas, un tiempo en el que había jugadores de gran talla, que venían de otros elencos de ascenso y que habían recibido una gran formación en el club albirrojo. En ese tiempo, Larroca pudo pertenecer a esos planteles, aunque sin una continuidad en cancha, pues era juvenil. De todos modos, fue parte de un tiempo dorado en esta entidad de Lincoln, y uno de los más talentosos entre sus jugadores más chicos, vivencias que, sin dudas, marcan para toda la vida. Y así le ha pasado a Iván, al punto de haber tomado la decisión, más allá de su profesión y el tiempo que le demanda, de invertir este tiempo en una arista de formación que le permite estar ligado al fútbol de manera directa. Y que lo hará de muchas otras formas con el paso del tiempo.   

En ese marco, en relación a este vínculo especial que Larroca tiene con Rivadavia, Corazón Amateur aprovechó la oportunidad periodística para pedirle que contara su experiencia y sus vivencias dentro del Rojo, su tiempo de formación y lo que esta etapa de su vida le ha despertado en términos emocionales. También intentamos ser oportunos para consultarle qué experiencia le dejó el curso y qué proyectos tienen en su nuevo rol de director técnico en el futuro.

En ese sentido, en primer término, sobre su contacto desde chico con el Rojo, Larroca expresó: “Nacido y criado en la esquina del club, desde que tengo uso de razón me recuerdo ahí. Fue mi segunda casa durante muchísimos años, ya que pasé grandes etapas de mi vida en Rivadavia. Desde chico, allá por la década del 90’, jugábamos hasta altas horas pateando debajo de las tribunas, las cuales usábamos de arco con amigos del barrio. Y, cuando se iba el sol, seguíamos con la luz de la calle; no teníamos corte. Y, además, teníamos muchas veces todo el club para nosotros. Pateábamos en las tribunas, en los arcos de fútbol, en las ‘H’ de rugby, en los de hockey; todo era un arco en nuestras vidas (risas). Vivíamos pateando la pelota; eran otras épocas… Así aprendí y perfeccioné muchas maneras distintas de pegarle a la pelota”.

Asimismo, en relación a su formación deportiva y parte de su trayectoria en el Rojo, a su estilo de juego también, Iván contó: “Tuve la suerte de jugar en todas las categorías de Rivadavia. Empecé atajando, pero rápidamente pasé a jugar de ‘5’, hasta que, con Juan Carlos Pírez (ex director técnico del Rojo), me convertí en volante por izquierda y enganche. Fueron ya los dos puestos que más exploté. Siempre me gustó ser un volante con la pelota al pie y tratar de que, en el sector donde me encontrase para recibir, dar siempre como primera opción pelota de gol, buscar esa asistencia letal. Tuve excelentes formadores, entre ellos, ‘Peto’ (Norberto) Gorostiague (hoy el presidente del club), y compañeros muy talentosos que han jugado en Primera (División del fútbol argentino) y que tenían gran nivel para la categoría, de los cuales siempre aprendés”.

En esa misma línea continuó: “En inferiores recuerdo en los Juegos Bonaerenses que fuimos el primer equipo de Lincoln en ganar la medalla de Oro en Mar del Plata. Teníamos un equipazo… Justo ese año, por el momento del país, se suspendió el viaje a España que daban a los campeones. Una pena… Hubiese sido una gran experiencia poder viajar. Después de ese torneo, yo tenía edad de Quinta y en ese verano Juan Carlos (Pírez) me hizo debutar en Primea en el Nocturno (organizado por la Liga Deportiva del Oeste), torneo que pude ganar también con el club. Para mí llegar a Primera en Rivadavia fue maravilloso. Venía de haber estado casi un año con pruebas en River Plate, en donde me tocó viajar por varios lugares también, estar en la pensión y conocer ese mundo increíble. Después terminaron fichando a otro ‘10’. Fue una experiencia muy linda allá por el 2003 si mal no recuerdo, época que el River de Pellegrini perdió la final contra el Cienciano de Perú. En el Club Rivadavia había muy buenos jugadores de Lincoln y empezaron a llegar muchos de distintos lugares con gran recorrido en torneos de ascenso y Primera División, que era todo nuevo en ese momento. Creo que viví desde adentro la época más gloriosa del club, que fue cuando se dio ese paso de ser un club amateur a lo que es hoy, que es un lujo. Formé parte del plantel que ganó el ascenso del Argentino C al Argentino B, habiendo estado muy cerca de ascender al Nacional B. Yo era bastante joven, pero recuerdo con mucha alegría esos años gloriosos del club, y que, para el fútbol de Lincoln y la zona, fue histórico”.

Tras ese concepto, Iván habló de su paso por CASET de El Triunfo, único elenco en el que jugó más allá del Rojo. Y con el que salió campeón de la Liga Amateur. En ese sentido manifestó: “Después de estar toda mi vida en Rivadavia, me fui un año a jugar a CASET, lo que fue mi primera y única experiencia fuera del club y jugando la Liga de Lincoln. Ese año, también tuve la suerte de ser parte del plantel campeón. Para El Triunfo fue un logro histórico y lo recuerdo con mucho cariño. Además pude jugar con varios compañeros que íbamos de Rivadavia y con un gran amigo de la vida como lo es Braian Paladino”.

Finalmente, sobre su amor por el fútbol, respecto el nivel del curso que ha recibido y sobre los proyectos que tiene en mente en su rol de DT, Larroca indicó: “Me recibí de abogado y también de docente, pero siempre fui un bicho de fútbol y es una pasión que llevó desde la infancia. Con la pandemia decidí empezar el curso de DT en la Escuela de directores técnicos Nº 87 ‘Osvaldo J. Zubeldía’, en La Plata y, como dice el tango, ‘siempre se vuelve al primer amor’. Así que muy contento y con ganas de volver a sentir esa sensación en la panza que no se sabe qué es pero que debemos tener antes de entrar a una cancha. Tengo la Licencia A que me permite dirigir hasta la Tercera categoría y me quedan seis meses más para alcanzar la Licencia PRO, que este año espero hacerlo. Respecto al curso de DT, tuve profesores de mucha capacidad pedagógica y experiencia en el fútbol, también materias muy complejas e interesantes para formarse, caso de Neurociencias, distintas charlas de DT o jugadores y preparadores físicos que enriquecieron la carrera. Estoy con muchas ideas en la cabeza, con muchas ganas de volver a estar ligado de nuevo al fútbol, hablando con muchas personas que trabajan en el fútbol para poder estar lo más preparado posible para el día que me toque estar frente a un plantel”.

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