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Los juveniles de Sarmiento, entre los que está el linqueño Gho, claves en un equipo que sueña con la gloria

El elenco dirigido verde llega a la gran final del próximo sábado respaldado en la templanza de los jugadores de mayor experiencia y potenciado por la energía de varios de los juveniles -entre los que se encuentra el ex Rivadavia categoría 2003-, quienes se afianzan con el correr de los días y piden más minutos en cancha. En ese orden, el volante oriundo de nuestra ciudad dijo al diario “Democracia”, entre otras cosas, que “el apoyo de los más grandes es constante y se siente”.

“Sarmiento tiene un potencial enorme en inferiores. Estos chicos, cuando entran, parece que tuvieran muchos partidos en Primera”. “Estos chicos, mis compañeros, juegan con una pasión increíble”.  Esos son algunos de los conceptos que utilizaron, en los últimos días, Federico Mancinelli y Federico Vismara, dos de los hombres más experimentados de Sarmiento, para referirse a los jugadores más jóvenes del plantel, luego del triunfo de local contra Defensores de Belgrano y el empate de visitante contra Atlético Rafaela, que permitieron al Verde sacar boleto para disputar, el próximo sábado, en Santa Fe, una nueva final por el ascenso a Primera División.

La hinchada juninense no canta “Vamos, vamos los pibes”, únicamente porque la pandemia del COVID-19 impide volver a contemplar, de una buena vez por todas, la postal de las tribunas repletas, cada vez que Sarmiento juega por los puntos en el Estadio “Eva Perón”.

Los juveniles de Sarmiento, entre los que se encuentra el linqueño Joaquín Gho, categoría 2003, volante, llegado al Verde a los 13 años, tras haber hecho parte de su formación en Rivadavia de Lincoln, coinciden en el vestuario, tiran del carro a la par de los más veteranos, que encuentran en la chance del fin de semana quizás la última de sus dilatadas carreras para volver a vivir una noche de gloria.

Mancinelli tiene 38 años y Vismara, 37. Ambos coincidieron en aquel plantel de Huracán de Parque Patricios que vivió sus años de esplendor, con la conquista de la copa Argentina, en 2014, y el subcampeonato de la copa Sudamericana, en 2015.

En cambio, jugadores como Martín García, Braian Salvareschi, Facundo Castet, Luciano Gondou, Gho y Benjamín Borasi, entre otros, cuentan más años por venir que vividos, en sus biografías deportivas.

“Los jóvenes de hoy, ya no respetan como antes a los jugadores más grandes” o “están todo el día con la Play Station y el celular y no se quedan a practicar tiros libres después de los entrenamientos”, se dice en la conversación futbolera, que trasciende hasta la opinión pública.

Esa regla, sin embargo, no es aplicable a Sarmiento, en donde son los propios “mayores” los que reconocen la predisposición y el profesionalismo de los más jóvenes. “Hablamos mucho con los más grandes, pero también con los más chicos, porque de todos se aprende”, comentó Facundo Castet, afianzado como lateral izquierdo en el conjunto dirigido por Mario Sciacqua.

Sobre la importancia de “La Bruja” Vismara, Yamil Garnier o Mancinelli, para el momento que vive el Verde, el bragadense, que tuvo asistencia perfecta en los partidos por la zona Campeonato B, admite que “han jugado en muchos equipos grandes, saben mucho y hay que aprender de ellos si se quiere progresar en el fútbol”.

Con la misma ilusión que el resto de sus compañeros vive Gho la oportunidad de ascender a Primera, aun cuando, con tan sólo 17 años, se descuenta que dispondrá de muchas ocasiones similares en el futuro.

Con dos presencias en cancha en las siete fechas de la zona Campeonato B, el juvenil linqueño no oculta su admiración por los pergaminos de los líderes del plantel. “La relación con ellos (con los referentes), por suerte, es muy buena. En mi caso, muchas veces soy tímido con ellos, pero el apoyo es constante y se siente. En ocasiones es un poco difícil animarse a acercarse, pero los más chicos sabemos que siempre están ahí para darnos confianza”, afirmó el ex jugador albirrojo.

Algo diferente fue la trayectoria de Luciano Gondou, que regresó a Junín en diciembre pasado, tras haber estado a préstamo en River, y encontró en los jugadores más experimentados una base sobre la cual apoyarse y acelerar su reinserción a Sarmiento, el club de sus primeros pasos en el balompié.

“La adaptación fue buena, porque, cuando llegué, el equipo venía ya con una base de jugadores grandes y los chicos se adaptaron rapidísimo, gracias a que los de más experiencia nos ayudaron a todos”, destacó al diario “Democracia”, al mismo tiempo que confesó estar esperando el inicio del partido con la misma ilusión que sus pares, pese a que no estuvo presente en el campo de juego, en los últimos compromisos.

“Obviamente estamos con mucha fe de poder ascender, porque el equipo está unido y muy contento por este presente. No sólo los 20 concentrados, sino todos los que integramos el equipo”, subrayó el joven oriundo de la ciudad santafesina de Rufino.

Finalmente, para el villeguense Martín García, lateral derecho del equipo, “prácticamente no hay diferencias” en la relación entre los más jóvenes y los veteranos del plantel, porque en ambas partes existe la predisposición para mejorar el funcionamiento del equipo.

“La relación con los más experimentados es, en realidad, como si fuésemos todos iguales, porque ellos están muy atentos a lo que nos sucede a los más jóvenes y nosotros lo mismo con ellos”, reveló García al medio juninense, quien considera que los discursos estigmatizantes alrededor de “los jugadores jóvenes de hoy” no son aplicables al mundo de Sarmiento.

“Eso es algo que no existe acá, porque, en nuestro plantel, siempre que un referente nos habla o nos corrige algo, estamos dispuestos a escuchar y mejorar”, sentenció uno de los altos valores que tiene a disposición el equipo de Sciacqua, que, al igual que muchos de sus pares juveniles, disfruta de un gran presente y promete un futuro todavía mejor.

Fuente de información y foto: diariodemocracia.com

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