DeporteDestacadosLocales

Rivadavia de Lincoln, de cara al Regional, sumó un nuevo refuerzo

El Rojo, a pocos días de comenzar el torneo de ascenso, sumó a un nuevo jugador a su plantilla de Primera División, tras haber incorporado para este certamen y el de Liga Deportiva del Oeste, que los jugará de manera consecutiva, a Luka Rodríguez, Matías Gómez y Martín Pavez.

El Club Rivadavia de Lincoln sumó un nuevo refuerzo para su Primera División, que se encuentra incursionando en el torneo Clausura 2022 de la Liga Deportiva del Oeste y que, el 16 de octubre, con la dirección técnica del entrenador juninense Elio “pilo” Núñer, iniciará una nueva participación en un Torneo Regional Federal Amateur, el 2022-2023, tras haber sido el subcampeón de la temporada 2021-2022 de este torneo de la cuarta categoría del fútbol nacional.

Ya había incorporado como refuerzo al zaguero central Martín Pavez hace pocos días; y también, semanas atrás, al portero Luka Rodríguez y al delantero Matías Gómez. Ahora, hace apenas unas jornadas, sumó a Maximiliano Fornari, volante ofensivo categoría 1995 (27 años), quien arribó al Rojo con el pase libre, por el tiempo que Rivadavia participe en el certamen de ascenso, con último desempeño como futbolista por Cipolletti de Río Negro en su incursión en el Federal A -club con el que rescindió contrato en julio de este año de común acuerdo con esa entidad-, aunque con una carrera con largos pergaminos.

En ese marco, Fornari, oriundo de Salto (provincia de Buenos Aires), se desempeñó, entre otros clubes, en Sarmiento de Junín (en distintos años, entidad en la que llegó a jugar en Reserva y Primera profesional, un club en el que Núñer lo dirigió en Reserva, en el 2015), Ferro Carril Oeste, Olimpo de Bahía Blanca, Club Atlético Los Andes, el Mushuc Runa SC de Ecuador y Club Atlético Güemes, varios de los clubes citados de gran prestigio y reconocimiento nacional. En ese sentido, en el presente, “Maxi”, en el Albirrojo, se está poniendo a punto para llegar de la mejor forma física y fubolística al torneo de ascenso, dado que hace un tiempo que no desarrolla actividad deportiva formal, luego de haber dejado de desempeñarse en el Albinegro rionegrino.

Así las cosas, Rivadavia va preparándose para el torneo que se avecina con un plantel nutrido de jugadores con experiencia y otros muy jóvenes, con una base de deportistas, en su mayoría, que habían estado en la plantilla que había incursionado en el Regional anterior, en el que el Rojo había perdido la final interregional, por penales, con Argentino de Monte Maíz, tras haber realizado una eximia campaña.

En relación a los demás refuerzos que había incorporado Rivadavia para este torneo antes de hacerlo con Fornari, en el caso de Rodríguez, es un arquero categoría 1995, nacido en Villa Gobernador Gálvez, una ciudad muy cerca de Rosario, quien comenzó su formación como futbolista en Coronel Aguirre, un club de barrio que también va a incursionar en el próximo Regional 2022-2023. Luego se sumó a Newell’s Old Boys de Rosario, en donde hizo parte de sus inferiores hasta Sexta División. Tras ese paso, se trasladó a Unión de Santa Fe, club en el que fue parte del plantel profesional y en el que jugó varios partidos en Reserva. Asimismo, después de esa incursión, fue parte de Argentino de Rosario, en donde jugó cien partidos en Primera. Desde allí se trasladó a Central Córdoba de Rosario, luego a 9 de Julio de Arequito y, después, a Belgrano de Paraná, para, finalmente, antes de haber llegado al Rojo, dar un paso deportivo por Ferrocarril de Palmeiras (Bolivia).

Por el lado de Matías Gómez, nació en Granadero Baigorria, en donde hizo sus primeros pasos en el Club Griffa, del reconocido Jorge Griffa. Allí empezó su carrera en Escuelita e hizo parte de inferiores, para, luego, a los 13 años, incorporarse a Tiro Federal de Rosario, en el que, en su tiempo en ese club, tuvo, entre otros, como director técnico a Adrián Dezotti, quien, según Gómez, lo ayudó a crecer mucho en lo mental dentro del ámbito deportivo. Gracias a esa confianza que pudo refinar, logró arribar a Colón de Santa Fe en el 2017, elenco en el que jugó en Quinta de AFA y hasta llegó a entrenar con su máxima divisional.

Luego, en el 2018, se trasladó a Juventud Unida de Gualeguaychú, que en ese momento militaba en la B Nacional, club en el que jugó en Cuarta categoría y en el que también llegó a entrenar con la Primera División. Allí se sentía muy bien, aunque tuvo un golpe en la rodilla que lo dejó afuera de las canchas por dos meses, entidad en la que, según sus propias palabras, conoció gente excelente, compañeros que hoy son parte de los recuerdos imborrables de este jugador.

En el 2019, en tanto, se sumó a Argentino de Rosario, que en ese momento incursionaba en la Primera D, una categoría en la que, según Gómez, hoy muchos roses y mañas, circunstancia deportivas que le sirvieron para crecer en este deporte. Allí también pudo sumar grandes amigos entre sus compañeros de plantel, una arista que Matías resaltó en esta nota que le hizo este medio cuando se incorporó al Rojo, al momento de estar contando en detalle los pasos de su carrera.

Luego de este paso, con la llegada de la pandemia COVID-19, Gómez, cuando se pudo jugar nuevamente luego del parate por este virus, se sumó a Central Córdoba de Rosario que milita en la Primera C, marco en el cual no tuvo muchas chances de jugar, más allá de que se sintiera muy bien en el aspecto deportivo en lo personal.

Con esa mentalidad y motivación, se incorporó, tras esa incursión, a El Porvenir, de la Liga Cañadense, en el que estuvo muy corto tiempo porque se le presentó la posibilidad de ser parte del plantel de Villa Belgrano de Junín, club en el que jugó el torneo de la Federación Bonaerense Pampeana de ese año y el Regional Amateur.

Luego de haber sido parte de la “V Azulada”, que estaba a cargo del propio Núñer, hace apenas unos meses atrás jugó en 12 de Octubre de Ferré, en la Liga de Arenales, para finalmente sumarse hace apenas unas semanas a Rivadavia, en el que, por el torneo Clausura de la LDDO, ya hizo dos goles.

En el caso de Pavez, oriundo del Bolsón, de 34 años, en el recorrido de su carrera en Primera, la comenzó en el 2007 jugando para Cruz del Sur de Bariloche en el Argentino B. Luego se sumó a Estudiantes Unidos para desempeñarse en la misma divisional; para, después, ser parte de Deportivo Roca, con el que jugó en el Argentino A.

Tras ese paso se incorporó a Sportivo Las Parejas para incursionar en el Federal A; y, después, fue parte de la escuadra de Real Potosí (Bolivia). En tanto, tras esa incursión internacional, se desempeñó en Atlético Baleares de España, para luego ser parte del elenco OPS de Finlandia. Asimismo, siguiendo los pasos en orden de su carrera, luego se sumó a Atlético Santo Domingo (Ecuador); para, después, ser parte de Rivadavia de Lincoln. En tanto, tras su incursión en el Albirrojo, se sumó a la máxima divisional de River Plate de Los Toldos (Liga Toldense); para luego jugar en Defensores Unidos de Zarate en la B Metropolitana. Finalmente, en enero de este año, se desempeñó en Jorge Newbery de la vecina ciudad de Junín.

Foto: lmcipolletti.com

Volver al botón superior