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Rivadavia y El Linqueño propusieron un clásico a pura emoción, que terminó 2 a 0 a favor del Rojo

Luego de un gran primer tiempo por parte de ambos equipos, el Rojo fue más sólido en ofensiva y concluyó ese período arriba en el marcador por dos tantos. En el complemento, con un hombre menos, el local aguantó los embates del “León”, que propuso el descuento por todos los caminos posibles, aunque no pudo con su cometido.

Ayer por la tarde-noche, por la fecha dos de la zona 7 del Torneo Regional Federal Amateur 2021-2022, Rivadavia y El Linqueño, en un partido sumamente entretenido en general, protagonizaron una nueva edición del clásico de la Lincoln, con casi todos los colores y el folclore posibles, con buen juego, buenas marcas, buenas estrategias de parte de los dos directores técnicos y con muchas emociones adentro de las dos áreas, en el marco de un cotejo que concluyó 2 a 0 a favor del Rojo, que, por contundencia y efectividad, sacó ventaja en el primer período, con un gol a los 5 minutos de Dayan García, uno de los refuerzos rivadavienses y la figura del primer período; y de Rubén Tarasco, otro de los refuerzos del Rojo en la zona de sus delanteros.

El partido comenzó parejo y dinámico por parte de ambos elencos, aunque, a los 5, luego de una buena jugada colectiva y un desborde por izquierda de Tomás González, Rivadavia llegó al primer gol con una definición dentro del área de Dayan García, que, frente al arquero, pudo sentenciar con certeza su disparo ante el portero Ivanoff.

Luego de la conversión, el CAEL, que no pudo llevar a su gente al “Coliseo” por disposición de la policía en torno a una resolución que se tomó por seguridad, gestó una buena acción ofensiva que terminó con un disparo de media distancia que pudo ser despejado adentro del área por uno de los defensores del Rojo.

A los 10, en tanto, el elenco anfitrión se adelantó en el terreno del Albiazul con peligro, mediante una corrida por derecha de García que concluyó con un buscapié peligroso, aunque ese disparo no pudo ser tomado por ninguno de los jugadores albirrojos que estaban esperando adentro del área.

Era dinámico y de ida y vuelta el partido. Y, en esa tónica, a los 16, el Rojo nuevamente subió por la banda derecha con una carrera de García, quien, en pleno desborde, sacó un nuevo centro rasante que desembocó adentro del área para que le quede a Pablo Moreyra, que había venido desde el fondo, quien, tras haber parado bien el balón, no pudo definir con precisión frente al portero Ivanoff. A un metro se fue el esférico del palo derecho de la portería albiazul.

A los 21, con rapidez también, Hugo el “mago” Palmerola metió una pelota en profundidad para el delantero refuerzo de El Linqueño, Hernán Brilko, quien, en corrida, propuso una definición exquisita por encima del portero que pegó en el palo izquierdo y no entró por centímetros.

Lindo estaba el superclásico, parejo y bien jugado. Con Palmerola por izquierda haciendo bien las cosas, con su velocidad y talento, aunque con García, por el lado de Rivadavia, destacándose en la banda derecha ofensiva del local.

Ya a los 25, el CAEL empezó a adelantarse en el campo de juego, a meter a Rivadavia en el fondo a puro convencimiento de igualdad en el score. Aunque, a los 30, Rivadavia llegó con peligro con un córner de Aguirre que tomó de cabeza Tarasco con jerarquía y altura, aunque su disparo se fue apenas afuera del palo izquierdo de Ivanoff.

A los 41 llegó una nueva acción de peligro, y fue para el visitante, con un remate de media distancia de Luis Quiroga que se fue cerca del palo derecho cuidado por Alan Depotte.

Luego a los 44, el Albiazul generó peligro nuevamente con un cabezazo de Brilko tras un buen córner ejecutado por Quiroga que se fue por arriba del travesaño.

Ya merecía el empate el “León”. Había llegado varias veces y merecía la igualdad en el marcador. Aunque el Rojo nuevamente llegó con riesgo mediante un desborde más de García que pudo tomar con gran calidad Tarasco, quien, a los 45, puso, con un cabezazo antológico, las cosas 2 a 0 para Rivadavia. Inmerecida por cómo se había dado el partido, que había sido parejo en todos los minutos jugados. Aunque la efectividad había sido mayor por parte del anfitrión y, por eso, estaba ganando el superclásico. Con ese resultado terminó el primer tiempo.

El complemento arrancó sin cambios, con el Rojo evidenciando dos líneas de 4, por lo que parecía que iba a cuidar el resultado, esperar al CAEL en el fondo.

En ese marco, a los 9, El Linqueño llegó con peligro con una escapa de Brilko que detuvo en la puerta del área Pablo Moreyra con falta, porque, sino lo hacía, el delantero quedaba solo frente al arquero. Y esa falta le generó la expulsión por doble amarilla al central rivadaviense. Había hecho una inteligente jugada el Albiazul, y eso le había generado una buena acción de riego y quedarse con un futbolista más en cancha.

En ese contexto, el DT albirrojo, Diego Funes, sacó al delantero Lautaro Villegas y puso en cancha al zaguero central Martín Ochoa. Y, el del CAEL, Julio Ramírez, metió al volante ofensivo Enzo Gómez y sacó al lateral izquierdo Lautaro Puñet. Quedó el Albiazul con un 3-4-3, esquema para buscar con todo el empate.  

Era un movimiento estratégico. Y, después de los cambios, el “León” llegó a una nueva oportunidad luego de un córner desde la izquierda que pudo tomar Palmerola con un remate adentro del área, aunque se lució el guardapalos Dapotte para evitar el descuento del “Mago”.

En tanto, a los 20, en una rauda acción colectiva por derecha, Palmerola metió una buena pelota en profundidad que le quedó en la puerta del área por ese sector a Gabriel Medina, quien sentenció un centro rasante con “veneno” adentro del área albirroja, aunque esa pelota de riego no puedo ser tomada por Brilko, que había entrado en carrera en zona de peligro para definir.      

Iban 22 y el Rojo no podía salir del fondo. El Albiazul presionaba con todo y con criterio ofensivo. Se merecía el descuento, pero no llegaba a ese cometido.

A los 24, en tanto, en una contra, el Rojo arribó con riesgo mediante una pelota bien metida de González para la carrera de Tarasco, que definió picando la pelota cerca del borde del área ante Ivanoff, aunque el esférico se fue por arriba del travesaño. A eso apostaba Funes, al contragolpe. En ese contexto, buscando aún más Ramírez variantes ofensivas, a los 27 entraron Javier Molina por Medina y Mauricio Pavón Zárate por Quiroga, aunque el Rojo también movió el banco poniendo al punta Tomás Uvilla por una de las figuras del primer tiempo, Dayan García. 

En ese marco, de juego, a los 34, Rivadavia casi llega al tercero con un buen tiro libre directo de Lucero que por poco no se mete en el palo izquierdo cuidado por Ivanoff.

A los 36, en tanto, el Albiazul también arribó otra vez con peligro con un centro venenoso directo al área que pudo despejar entre varios jugadores linqueñistas Dapotte.  

A los 40, sin descanso, el Rojo generó otro contragolpe por derecha que dejó a García solo ante Ivanoff adentro del área, aunque el portero albiazul pudo despejar el real peligro que se había gestado en su zona.

En tanto, a los 45, el cotejo se detuvo por haberse presentado en el estadio pirotecnia con ruido e hinchas albirrojos arriba del alambrado, dos acciones que no están permitidas en estos eventos y que deberían haber tenido en ese momento alguna sanción por parte del árbitro Mascheroni. Aunque no la tuvieron y el cotejo siguió adelante.

Y, por esas acciones, el partido se estiró hasta los 55 minutos del complemento, tiempo en el que el CAEL gestó nuevas jugadas de riesgo, aunque no de real peligro de conversión. De todos modos, a esa altura, como en casi todo el segundo tiempo, el que había propuesto el jugo ofensivo había sido el visitante, que probó con todas sus variantes posibles y con acciones bien ejecutadas en la ofensiva y en la creación, aunque no le alcanzó para romper el cerrojo rivadaviense, por lo que el cotejo, finalmente, concluyó 2 a 0 para el local, que ahora tiene 3 puntos y es el líder de su zona, ya que el CAEL y la Academia Javier Mascherano tienen una unidad, producto del empate que había protagonizado en la primera fecha de este grupo, en la que el Albirrojo había quedado libre.

En tanto, en la próxima jornada de competencia, el venidero domingo, la Academia hará de local en cancha de El Linqueño ante Rivadavia; mientras que al Albiazul le tocará descansar.

Buen partido se vivió en el “Coliseo”, a medias esta tradicional fiesta del deporte local por no haber podido entrar el público visitante, aunque el clásico se volvió a jugar. Después de dos años, Lincoln volvió a disfrutar de un cotejo que es respetado y admirado en toda la región. Y que representa a nuestro Distrito siempre con calidad futbolística y con un gran color de las hinchadas.

SÍNTESIS DEL PARTIDO

Rivadavia 2: Alan Dapotte, Pablo Moreyra, Ignacio Lucero, Pablo Labbate, Lucas Macías, Alex Aguirre, Rodrigo Crespo, Tomás González, Lautaro Villegas, Dayan García y Rubén Tarasco. Suplentes: Boris Sablevich, Martín Ochoa, Leonardo Felissia, Ulises Macías, Mauricio Franciscangeli, Gonzalo García y Tomás Uvilla. DT: Diego Funes.

El Linqueño 0: Jonathan Ivanoff, Maximiliano Acosta, Lautaro Puñet, Matías Badano, Esteban Castaño, Elías Martínez, Hugo Palmerola, Gabriel Medina, Hernán Brilko, Luis Quiroga y Gabriel Serrano. Suplentes: Adrián Azcona, Javier Molina, Enzo Gómez, Lucas Rancic, Jesús Ávalos, Mauricio Pavón Zárate y Daniel Enrique.

Goles: Dayan García a los 5 del primer tiempo (R); y Rubén Tarasco, a los 45 del primer período (R).

Cambios: Rivadavia: Martín Ochoa por Lautaro Villegas, Tomás Uvilla por Dayan García y Leonardo Felissia por Rubén Tarasco (todos en el segundo tiempo).

Cambios en El Linqueño: Enzo Gómez por Lautaro Puñet,Javier Molina por Gabriel Medina, Mauricio Pavón Zárate por Luis Quiroga y Daniel Enrique por Gabriel Serrano (todos en el segundo tiempo).

Árbitro: Maximiliano Mascheroni.

Estadio: “Coliseo” (Rivadavia).

Foto: prensa Rivadavia.

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