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Se viene “La intemperie es siempre” en GIDI, y uno de sus protagonistas cuenta la magia de esta obra

La puesta en escena de esa invención local se realizará este viernes, desde las 21:30 horas. En ese marco, uno de sus actores, Ezequiel Tujague, relata, entre bellos y emocionantes conceptos, todo el recorrido que ha hecho esta creación, sus lugares, las formas y la respuesta del público. Y también el entusiasmo que hay en el equipo de trabajo para la función de mañana.

La obra de teatro linqueña protagonizada por los actores locales Ezequiel Tujague y Marcia Giménez, se presentará en la casa cultural de nuestra ciudad mañana, y, antes de este acto escénico, uno de sus protagonistas, el propio Tujague, relata entre bellos y emocionantes conceptos de qué se trata esta puesta en escena, que ya se presentó en Junín y en Buenos Aires, y también en nuestra ciudad en distintos escenarios, entres clubes y casas, para desembocar, finalmente, como se lo merece, luego de un año de restricciones protocolares por la pandemia COVID-19, en las tablas de GIDI, en donde 40 personas, no más por las normas vigentes, podrán disfrutar de una obra de arte que tiene la autoría y la dirección del multifacético artista linqueño Ludovico Fonda, quien siempre, entre sus creaciones, propone trabajos particulares, profundos, con un estilo propio, y ésta no es la excepción.

“La intemperie es siempre” intenta poner de manifiesto una historia atravesada por el amor, el drama, la lírica, la sensibilidad y las preguntas.

En relación a las entradas, ya han sido todas vendidas. En tanto, en cuanto al horario, la puesta en escena arrancará a las 21:30 horas. Desde ese momento, se podrán ver los talentos conjugados de estos artistas locales. Y también la magia del teatro ubicado en la avenida 9 de Julio 348, que, en el último tiempo, de la mano de su nueva Comisión Directiva, se ha renovado, con una primera puesta en escena el fin de semana pasado, con la obra “Challenge”, protagonizada por les adolecentes artistas de esta casa cultural.

“Función 12”, por Ezequiel Tujague

Venimos pariendo funciones. Continuamos con un plan basado en el hacer. Hacer teatro. Vamos sumando funciones.

La compañía “12 Vigilias” mete la función 12 en un teatro “Colón” colmado. Lleno. Y eso nos llena el alma. Nos da fuerzas. La energía propia de lo que nos gusta hacer y proponer, y ese acompañamiento del público que se anima a transitar la Intemperie. Más y más. Llenos.

Unas doscientas personas ya se sumaron al viaje pampa adentro que, de alguna manera, propone “La intemperie”. Ese acompañamiento clave en el que pusieron sus cuerpos y vidas para dejarse conmover. Eso es teatro. Un estado que es presente puro. Presente, presencial, puro. Donde sucede. Donde actriz, actor, director y público se vuelven Uno en este universo teatral. Un momento que será parecido, aunque nunca siempre idénticamente igual en la próxima propuesta.

Con las variantes del presente. De estar vivo. Obra viviente… Eso es.

Junín y después Buenos Aires con su esplendor, cobijaron “La intemperie” en funciones con escenarios amplios, luces y dimensiones que nos corrían del llano del garaje pampeano donde hacemos esta obra. Fueron momentos todos fortísimos. Con muchos estímulos y desafíos.

En Junín rompimos nuestra estadía citadina y empezamos a hacer kilómetros para encontrarnos con otro público de otros lugares.

En Buenos Aires cumplimos un sueño. De estar en un teatro como el de “El Tinglado”. De grabar la obra y dejar ese registro audiovisual. De encontrarnos con la comunidad linqueña y amigas y amigos del mundo que aún residen en Capital.

Ese sueño lo hacemos realidad en cada nueva función. En cada planificación para que la obra suceda. Y sucede. Con autogestión, golpeando puertas que nos esperan con vitalidad para abrirse. Por eso hicimos la obra en el tenis del club Rivadavia y del Club Médanos. Y esperamos seguir profundizando esa relación cultural con demás clubes, escuelas, bibliotecas, pulperías y galpones piojosos.

Porque “La Intemperie” tiene esa versatilidad y creemos que sale ilesa en ese trance. Sale fortalecida. Sale conmocionada.

Con la fuerza de ese hacer. Sale revitalizada. Sabiendo que nos espera una próxima, aunque olvidando en cada presente lo que viene: eso que viene está sucediendo ahora.

Así fue como llegamos a nuestro teatro “Colón”. Un lugar que se convirtió en teatro de verano. Para veinte personas que, con protocolo adecuado, pudieron vivir el teatro. Ese teatro “Colón” vibró con voces, con murmullos, con bicicletas y autos estacionados por primera vez en el barrio San José. Personas que se permitieron vivir la experiencia. Y ahí se consolida la propuesta: ver teatro. Algunos y algunas, por primera vez; otrxs que son colegas del teatro. Que no podían faltar. No pueden faltar. Y van. Y miran, y se abrazan por el teatro.

Algunos que repiten. Quieren más. Y vuelven, ahora con otra persona que invitan para presenciar el milagro de teatro en vivo.

Queremos hacer mucho esta obra. Cada unx quiere. Porque Marcia Giménez está enarbolando y trabajando otros proyectos; y Ludovico Fonda sigue puliendo canciones y poesías y editando lo nuevo de “Editorial Diario del Desierto”, porque yo sigo escribiendo y pensando programas de radios; pero lxs tres sentimos que este proyecto debe permanecer. Debe transcurrir esa permanencia haciendo. No hay otra. Es haciendo. Puliendo y volviendo a arriesgarse. Tensionando cada nueva salida.

Se nos va la vida en este proyecto. Y queremos vivirlo plenamente. Ése es nuestro desafío: entregarnos en este viaje que profundiza la amistad y se basa en hacer una obra de teatro.

Por eso seguimos ensayando, por eso nos preparamos. Para poder ir. Por la provincia, por los pueblos, más allá de la Capital Federal. No nos agotamos ahí. Todo hermosa y grandiosa experiencia hacer teatro en la ciudad de la furia. Lo mismo que visitar los pueblos de nuestra inmensa pampa. Lo mismo que hacer la obra para ocho en un estreno inolvidable como hacerla para cuarenta o cien. Donde haya un espectador, habrá teatro. ¿Cuándo las 100? Eso es masividad ya.

Ahora, la próxima parada es nada más y nada menos que en la casa del teatro independiente de nuestra ciudad. El teatro vuelve a GIDI formalmente para toda la comunidad. Un GIDI que se ha fortalecido a base de trabajo, pasión y empuje. Con el motor de Manuel Mansilla y su experiencia gestionando fondos que se materializan en cambios edilicios tan notables como la fachada teatral y luces teatrales. Con un ventanal nuevo para el teatro independiente.

Con les pibes actuando y nuevas figuras pujando en una nueva comisión que tiene ganas, con fuerzas renovadas y experiencias certificadas. Con la colaboración de “La Cocina Artística Itinerante”, que, en forma de trueque, se sumó para refaccionar y aportar pintura para esa casa de la cultura independiente.

Por eso estamos felices de preparar la función del viernes 19 a la noche. Porque “La intemperie” será formalidad en el teatro local.

Ahí vamos, ensayando en esas tablas. Con las ganas de poder encontrarnos allí, en ese querido teatro GIDI.

Nos vemos allí. Para que la función 13 desafíe a la numerología, que siempre está a nuestro favor. Los números, como el teatro, no mienten.

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