Las lagunas de Junín volvieron a teñirse de verde y apuntan a las cianobacterias
Estas bacterias, generalmente, se encuentran en aguas estancadas con escaso flujo, por lo que es muy frecuente verlas en lagunas, zanjas o ambientes de aguas quietas. Evitar el contacto con el agua cuando presenta ese color verde azulado es muy importante, ya que “muchas de las especies que forman floraciones tienen la potencialidad de producir toxinas que pueden ser neurotóxicas o hepatotóxicas”.
Al igual que sucedió el año pasado, los espejos de agua de Junín, como “El Carpincho” y la “Laguna de Gómez”, volvieron a teñirse de verde y todo indicaría que “este fenómeno se debe, nuevamente, a la presencia de cianobacterias”, afirmaron al diario Democracia.
Según informaron, la provincia de Buenos Aires está realizando estudios del agua y que el Gobierno de Junín colocó cartelería preventiva para los visitantes, mientras se aguarda por los resultados.
Estas bacterias, generalmente, se encuentran en aguas estancadas con escaso flujo, por lo que es muy frecuente verlas en lagunas, zanjas o ambientes de aguas quietas, aunque también pueden encontrarse en las márgenes de los ríos y los arroyos.
Cabe recordar que, producto de la sequía que afecta a la Región, la bajante que experimenta el río Salado está provocando la mortandad de peces en los espejos de agua, ya que genera déficit de oxígeno, de acuerdo con los informes realizados por el Gobierno de la Provincia.
Según los expertos, la coloración verde de la superficie pude tener relación con la fuerte presencia de cianobacterias favorecidas por el estancamiento, la baja del caudal y el clima cálido.
QUÉ SON LAS CIANOBACTERIAS
El secretario de Control y Monitoreo Ambiental de la nación, Sergio Federovisky, explicó que “la floración de algas azul verdosas o cianobacterias está directamente relacionada con la presión de nutrientes orgánicos, principalmente de fósforo y nitrógeno en el agua en combinación con temperaturas altas”.
“Esto significa que son bacterias que se alimentan de esa materia orgánica con la que pueden realizar una fotosíntesis muy particular y el exceso de esos nutrientes en el agua permite una floración exagerada de esas algas, por eso las aguas se tornan de color azul-celeste o verdosa”, indicó Federovisky, un biólogo especializado en ecología.
Además contextualizó el fenómeno en la gran cantidad de desechos cloacales, industriales, fertilizantes y pesticidas que se vuelcan a los cursos de agua, que elevan el nivel de contaminación.
“Lo que yo consideraría más probable es que haya varias fuentes (motivos) que al sumarse hacen que el agua tenga una carga orgánica superior a lo normal”, agregó.
TOXINAS NOCIVAS Y OTRAS AFECCIONES
Evitar el contacto con el agua cuando presenta ese color verde azulado es muy importante. Cuando se dan las floraciones de cianobacterias, “el problema es que muchas de las especies que forman floraciones tienen la potencialidad de producir toxinas que pueden ser neurotóxicas o hepatotóxicas, muy peligrosas para la salud de las personas, especialmente de bajo peso o con afecciones hepáticas previas”, explicó la investigadora Melina Devercelli, del Instituto Nacional de Limnología (Conicet).
Entre otros efectos que pueden provocar a las personas, estos microorganismos -al poseer “un mucílago al cual también se asocian otras bacterias- producen todo tipo de irritaciones en la piel y en las mucosas como ardor de ojos, otitis, dermatitis, etc. Es importante conocer esto, ya que, a veces, llegan personas a las guardias médicas y es difícil asociar los síntomas con las causas para evitarlas a posteriori”, precisó.
También sostuvo que algo importante para tener en cuenta es que “las toxinas no se eliminan mediante métodos tradicionales como la lavandina o la ebullición del agua, ya que requieren de temperaturas de más de 120° para degradarse. Estos procedimientos, por el contrario, aumentan el riesgo, ya que, al destruir los microorganismos, se liberan las toxinas intracelulares”.
Fuente de información y foto: diario Democracia de Junín.