Ezequiel Tujague, sobre el sábado Tura Urb: “No son verbos que indican acción, sino unión”

El sábado por la noche, en la quinta “La Soñada” de Lincoln, la gente de “Tura Urb” organizó una movida artística más de alto vuelo, en la que muchos creadores locales, entre músicos y poetas, pudieron, ante la carencia de espacios de este tipo, ponerle al aire linqueño sus sólidas invenciones, en el marco de un escenario global que, con condimentos estilísticos de todo tipo, frente a la convocatoria de una gran cantidad de público, dinamitó la descreencia de que nuestro arte no puede evolucionar frente al ojo del otro, del que escucha y disfruta, del que crece junto a las creaciones. En ese contexto, “Tura Urb”, con sacrificio y estrategia, pudo proponer un espacio donde hacer resonar todo lo que Lincoln tiene para decir en términos culturales y creativos.

Aunque dejemos que Ezequiel Tujague, uno de los oradores de la noche, cuente, con su tradicional relato emocional, el andamiaje de una velada superior, cargada de sutilezas y potencia melódica, de eléctrico acompañamiento, libre de banderas políticas, libre de todo menos de arte, por supuesto.

///

No son verbos que indican acción, sino unión

Vernos. Compartirnos. Hacernos. Festejarnos todas y todos acá. Todos verbos que indican acción. Acción, acción… El Tura Urb está encantador esta noche.

De día. De tarde. Al sol en las vías. Y de luna, también en las vías. Donde sea: el año pasado en La Fragua, ¿se acuerdan? Con instalaciones, y choris, y birra barata, y, sobre todo, con la humildad del hacer. De estar cerrando el año con música, ¡¡¡siempre Música!!!

Con otro año transitado, con más experiencia en el hacer. Con el reconocimiento que vamos construyendo. Un reconocimiento genuino de quienes nos interesan: nuestro pueblo, nuestra juventud. Todes quienes se animan a poner el cuerpo. A poner el oído tan necesario para escuchar al otro/otra que propone.

Ese reconocimiento de nuestra gente. De miles de artistas que nos abrazan para ser parte de esta fiesta de artes.

Como aquella fiesta under de las artes…

Como nuestra locomotora a todo vapor, que es “Cuando no pasa el tren”. Ahí nos reconocemos. Queridísimos amigas y amigos. Desde el encuentro. Desde la propuesta de hacer lo que nos gusta. Y ponerlo en un juego que no conoce fronteras. Somos el mundo independiente del arte local que se muestra, que se brinda en existir. Ése es el reconocimiento más valioso que tenemos que valorar y destacar.

Para sabernos hacedores y creadores. 

¡No paramos más! Viva Tura Urb, culturas urbanas de Lincoln al mundo.

Estamos desplegando la armonía que nos genera hacer algo. Las ganas que nos dan con ese reconocimiento de participar.

Con artistas que no les sale no estar. Quieren estar. Acomodan su agenda y participan. ¡Acá están poniendo sus credenciales en vivo!

Eso sí es entrega. Eso es dar. Convidar.

No hay millones de entradas vendidas que nos convoquen. Ya somos millones en cada uno de los y las aquí presentes. 

Somos lo que somos, haciendo.

Somos, compartiendo: “vengan ustedes”, decimos. ¡¡¡Bienvenidos!!!

 Acá hay lugar, pasen. Habilitados todes. 

Ellas y ellos con melodías dispares desparramando el sonido creador.

Pinturas puestas para verse hoy y mañana, y siempre. Hechas con la locura y la cordura de un pincel que se deja expandir. Imágenes que nos recuerdan quiénes somos y en qué andamos. Y también en qué creemos. 

Somos, creyendo: en nosotros creemos. Si no estaríamos fritos. Estaríamos esperando que otros hagan por nosotros. Imposible.

Creemos en nuestro humilde hacer. Creemos en la potencia del arte independiente. Libre. De banderas y partidos políticos patronales. Creemos en otra cosa. Y sabemos que existe la transformación. No le esquivamos. Transparentes, arrojados a hacer estallar nuestros pensares y haceres contra las instituciones de este sistema que no cuajan. Que no nos representan. Hacer estallar las contradicciones de nuestra época. No le tememos a la revolución. Acá están los embriones del nuevo orden, amigas y amigos. No es chamuyo barato. Es declaración de principios.

Es confiar en una manera de hacer…

Nos sumamos al manifiesto por un arte revolucionario independiente:

“En materia de creación artística, lo importante es, en esencia, que la imaginación esté librada de todas las coacciones, que, bajo ningún pretexto, se deje imponer ataduras. A aquellos que nos conminaran a que hoy mismo o mañana consistamos en que el arte sea sometido a un disciplinamiento incompatible con sus medios, les oponemos una negativa inapelable y nuestra deliberada voluntad de atenernos a la fórmula: en arte, todo está permitido.

Somos, decía. Somos, pensando.

Pensando: cada detalle del acontecer. De cada nuevo paso. De cada nuevo movimiento.

Somos eso: ¡movimiento!

Cantá: moooooovete moooooovete, “si ya estás en el cielo. Si tú quieres estar allí,  nadie te lo puede impedir”. 

Mooooovete. Moooveteeee. ¡¡¡Las pelotas!!!

Y es en ser que buscamos la libertad.

¡Oíd mortales el grito sagrado!: ¡libertad, libertad, libertad! La plena. Para la creación intelectual, la libertad toda. “¡Ninguna autoridad, ninguna coacción, ni la mínima huella de mando!” Toda surgirá en un trabajo fecundo sobre la base de una libre amistad creadora, sin la mínima coacción del exterior.

¡¡¡Nada ni nadie nos puede parar!!!

Ahí va amistad a estas hordas de jóvenes y de viejos niños que se animan en el Tura Urb. 

Porque:

Arriesgarnos vale la pena. 

Toda la libertad para la emancipación. Y el arte como ese motor propulsor inclasificable de liberación.

Lo abrazo y me abrazo y no los suelto. Ni me suelten, por favor, porque yo también los necesito.

¡¡¡Para poder hacernos!!!

Juntos.

Por Ezequiel Tujague.