Amalas, por siempre
La Agrupación de Mujeres Artesanas Linqueñas, que se inició como tal este año, dejó una marca indeleble en nuestro Carnaval al haber hecho motivos exclusivamente de la mano del género femenino. A su vez, sumado a este gran precedente, se quedó con la distinción mayor en el rubro Marionetas; y con el primera, segunda, tercera y sexta ubicaciones en la categoría Disfraces. Un gran desafío, conformado por increíbles vivencias, se tramó para que esa magia sucediera, la cual “Corazón Amateur” intenta contarte a continuación.
Luego de haber brillado con una temática particular y con técnicas modernas y de tradición, con una orquesta humana trabajando a puro entusiasmo, la Agrupación de Mujeres Artesanas Linqueñas (Amalas), un espacio integrado por mujeres oriundas de nuestro Distrito que ha tomado la posta para ocupar espacios femeninos en nuestro Carnaval, logró, por puro sacrificio y talento, obtener el primer premio en la categoría Marionetas de nuestra fiesta mayor en su edición 2020, una circunstancia feliz que quedará en la historia de nuestro Partido. Y en la de muchos otros lugares por su originalidad.
Con una idea conceptual primero en el imaginario, y luego siendo tangibilizada paso a paso, esta agrupación decidió dar que hablar en torno a la histórica magia de corso. Y sin dudas lo hizo.
La idea era hacer algún motivo exclusivamente realizado por mujeres. En ese sentido, con algunas pocas en principio tramando esta inédita hazaña, el concepto de peculiar invención se fue haciendo eco en otras mujeres, hasta que todo empezó a tomar forma.
Primero comenzaron a trabajar en un taller de los padres de una de las integrantes del grupo Roberto y “Coca” Gagliardi. Aunque, en el crecimiento de la propuesta, a pura expectativa, el lugar les quedó chico y tuvieron que trasladarse a un espacio mayor. Para eso apareció el galpón del teatro “La Fragua”, ubicado en la intersección de las calles Drago y Ramos Mejía. Y allí siguió la particular andanza femenina, que, en el a priori del corso, ya había comenzado a hacer ruido no sólo por la idea de ocupar un nuevo espacio de identidad en nuestra fiesta, sino porque, en general, se observaba a un grupo activo en todos sus órdenes. Con la idea de tareas divididas entre cada una de ella, sincronizadas, responsables y poderosas, con la búsqueda de pensamientos que rompieran con el molde común, pusieron la mente en un lapso esencial de nuestra historia carnestolenda y comenzaron a hacer sus figuras con técnicas tradicionales, puntualmente en las máscaras de lo que serían, a la postre, las marionetas que intervendrían, a puro fulgor, en nuestro evento cultural de envergadura. Moldes en barro y una temática que impactara fueron las primeras cargas simbólicas del proyecto en relación a lo material y conceptual.
En ese contexto, en las redes, en el marco de ese tramado increíble, podía verse a algunas de ellas (que en total terminaron siendo unas cincuenta personas de distintas edades, oficios y profesiones) metiendo las manos en el barro y dándole forma a una técnica que se usaba en los inicios de este evento, donde no eran la hoja de diario, los globos y el engrudo los elementos de instrumentación centrales, sino barro y agua, y magia en las manos. Y a eso fueron. Y lo lograron. Contundentes y sólidas en su convicción, se propusieron volver a la luz de los albores carnestolendos y llevar el eco de la historia a las tablas mayores del evento. Nada más y nada menos.
Entonces, las marionetas en acción de Amalas, en el recorrido del Carnaval, iban dejando en la escena la resonancia de lo fundacional, de lo novedoso por ir evidenciando el halo de una vieja táctica.
En medio de esas circunstancias, antes de ponerse a brillar en la trama del corso, lo simple comenzó a correr en el taller de “La Fragua”. Ya afianzadas en la idea y en la puesta a punto de los primeros pasos materiales, las chicas de esta agrupación local comenzaron a desarrollar una sinergia ordenada en el trabajo.
En el quehacer de las actividades, con las tres marionetas haciéndose y con personajes satélites a su alrededor craneándose, la expectativa de realizar algo diferente, que sentara un precedente, empezó a hacerse en sus cabezas con la materialización de colores, trajes, pinturas, cortes de fierro, soldaduras y un sinfín de estrategias que no se podían creer.
Todo entre Amalas estaba funcionando a la perfección, más allá de la inocencia de los puntos estratégicos conceptuales de las invenciones en las marionetas, bien hilvanadas, finalmente, por la búsqueda de pequeños asesoramientos, aunque por afuera, en la calle, con preguntas, casi nunca dentro del taller. Entre ellas, con mínimas ayudas de ideas de algunos que saben de los profundos fundamentos de creación artística carnavalesca, y con los que conocían por sus propios oficios y técnicas, las mujeres de Amalas estaban haciendo historia de la grande.
Mujeres todas en el Carnaval con invenciones magistrales que, por sus particularidades, comenzaron a propagarse en los medios locales, para, a la postre, ser protagonistas centrales en medios nacionales (Canal A, Página 12 por citar algunos), y, como bien se había mencionado, entre las miradas de los jurados, quienes, contagiados por las cualidades de semejante labor peculiar, les otorgaron el primer premio. Y no sólo en Marionetas, sino también en la categoría Disfraces, con las distinciones del primero, segundo, tercero y sexto puestos. Increíble.
Cincuenta mujeres conjugándose en grandes tareas resultó ser el fundamento particular de esta idea. cincuenta mujeres haciéndose eco de un pensamiento de luz que había salido en una conversación de pocas, que buscaban (como se busca en muchos espacios, agrupaciones y personas en general) encontrar la manera de que las mujeres pudieran ocupar espacios que antes no habían sido acaparados con tanta colectividad femenina.
A la postre, antes de salir al recorrido, lo que había quedado eran tres marionetas espectaculares y novedosos personajes satélites humanos acompañando la escena de la temática central, que no era liviana, si no, por el contrario, bien profunda: el destrozo que le estamos haciendo al medio ambiente los humanos, o con el glifosato, o con las intenciones irresponsables, o con la pura cobardía de la codicia.
Todas las chicas maquilladas, marionetas acarreadas por ellas y una música poderosa tramada y hecha en conjunto por varias mujeres de la agrupación fueron algunos de los detalles que, asombrosos, pasearon por el corso, dejando una estela de conciencia plural por todas sus propuestas, de alto vuelo, por cierto. Cuidado del medio ambiente, trabajo en conjunto, esfuerzo desmesurado y osadía consumada fueron los elementos que se observaron en el Carnaval. Todos materializados por Amalas, todos hechos con grandilocuencia, potencia, sacrificio y el corazón.
Quedará para la historia este hecho de invención, que ha ganado un espacio para las mujeres, que incita a que muchas otras se convenzan de que también puedan hacer lo suyo en la órbita de nuestra fiesta mayor.
Una circunstancia inédita ha sido tramada y finalmente tangibilizada en nuestra ciudad, que es cultural, que es artística. Y totalmente realizada, con magia y sagacidad, por mujeres, quienes, por su poder, no sólo sacaron primeros premios, sino que han fundado un nuevo espacio, otra trama de creación posible para ser ocupada por más mujeres. Y no queda el legado porque recién han comenzado a hacer de las suyas. En Amalas hay mujeres de todos las edades, oficios y profesiones, muchas de ellas conocidas por distintas virtudes en nuestro pago. Cualquier linqueño acercado al arte reconoce a estas mujeres, que no sólo han dado qué hablar con esta agrupación, sin que también lo hacen de manera colectiva en otras agrupaciones, actividades y de manera individual. Y ese no es un detalle menor.
EXPRESIONES Y SENSACIONES DE AMALAS
Consultadas por “Corazón Amateur” en relación a este éxito colectivo, una de sus integrantes, María Fernanda Martínez, en representación de la voz de todas, respondió a las inquietudes de este medio, preguntas que tal vez se hagan muchos, y que tienen que ver con el cómo habían arrancado, qué sienten por los premios ganados y si seguirán con este hermoso proyecto en el futuro. En ese sentido, en primer término, Fernanda expresó: “Bueno, ¿qué decirte? Estamos muy, pero muy felices, desbordas de alegría por haber obtenido el primer premio y, después, el primero, segundo, tercero y sexto en la categoría Disfraces, con los motivos que iban acompañando a las marionetas. En relación a la pregunta respecto a qué atribuimos el primer premio, yo creo que la calidad de los motivos estaban a la altura de todos los demás del Carnaval. Era la primera vez que salíamos y creo que se notó un trabajo artístico importante, que pudo ver el jurado y también el público. Siguiendo con esta idea de por qué hemos sido premiadas, eso fue una elección del jurado, pero creo que la estética que nosotras hicimos y la temática que decidimos realizar, rompieron un poco con el molde de lo que se venía haciendo en el Carnaval. Creo que ese plus, más el de la música, fueron súper importantes. Incluso, el jurado, en su devolución, menciona eso como uno de los puntos más importantes, el de la música, una composición que estuvo en la en manos de ‘Yuyo’ Clart, y en la que también intervino Vanesa García, ‘Niqui’ Bertinat y Julia Sigliano, quien hizo la letra. Fue una composición colectiva porque, luego, fuimos muchas las que pusimos voces a ese entramado melódico. En resumen, creo que ganamos por la estética, por la temática, y por la música, que le dio un plus a las máscaras. Y la fuerza de lo colectivo me parece que también hizo su trabajo para que pudiéramos ganar”.
En relación a si van a entrar con algún otro motivo en la edición del 2021 del corso linqueño, Capital Nacional del Carnaval, Fernanda manifestó: “No hablamos de eso todavía. Ahora, sólo estamos disfrutando de este momento. Estamos muy felices todas, con ganas de festejar, de celebrarlo. Fue muchísimo trabajo el que hicimos y creo que hoy amerita celebrarlo. Para el año que viene, ya veremos. Ojalá, en el futuro, sean otras las mujeres que entren en la competencia, y no sólo con Amalas, sino por fuera de ella. También que seamos más las mujeres artesanas linqueñas”.
Fotos: Manuel Manso.