Sociedad

Bajo un puente con mucho dolor esperaba el final, hasta que se le acercó una mujer

Si bien la mayor parte de la población ama a los animales, y cada vez son más los que tienen mascotas en sus casas, lamentablemente todavía hay mucha gente que los deja abandonados a su suerte.

Pero, entre tanta crueldad, surgen historias como éstas, que nos hacen creer que todo no esta perdido y que la gente de gran corazón existe.

Esta historia pasó en la provincia de Buenos Aires, donde, un día, Pía caminaba por sus calles y vio a un costado, como dormido, a este pequeño animal, sufriente, sin fuerzas y con su cuerpo cubierto de llagas. Fue en ese momento en el que Pía decidió que debía hacer algo.

Su mirada perdida, como entregada, no puso resistencia cuando Pía se acercó para levantarlo y llevarlo al veterinario. Se le comenzaron a hacer cantidad de tratamientos urgentes a los que el pobre animal ya no respondía.

Pero esto no bajó los brazos de Pía, que decidió quedarse durante 48 horas al lado del perrito y brindarle caricias y mimos para aplacar en algo su dolor. Estos  milagros suceden , dado que, al otro día de Navidad, el animalito se pudo parar y dar sus primeras señales de que podía salvarse.

En ese escaso tiempo, la mujer y el animal tuvieron una empatía absoluta, por lo que ya mucho mejor y con la certeza de que su vida continuaría, comenzó por lo primero que se podía hacer, y esto fue llamarlo Hércules, nombre dado por la fuerza puesta por el perrito para salvarse. Luego siguió con lo inevitable, lo adoptó.

En el presente, Hércules goza de plena salud, ya tiene recompuesto en su totalidad el pelaje, sano y con la alegría que sólo le da el amor de Pía, que es incondicional.

Estas historias nos demuestran que, con fe, amor y la constancia de esta mujer, los animales pueden tener una segunda oportunidad.

Lo cierto es que la recuperación de Hércules no pasó inadvertida y fue grabada, casi en su totalidad, por Pía, para siempre recordar lo que se puede hacer con un poco de voluntad y con la constancia de siempre ofrecer algo a los demás. El destinatario en este caso fue Hércules, pero si cada uno de nosotros pudiera llevar adelante una acción diaria por otros que sepamos necesitan, tendríamos muchas mas esperanzas en que el mundo va a cambiar para bien y sera a futuro un mundo con mas armonía y solidaridad.

Fuente: positivomundo.com

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