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¡Vengan los barrios de la ciudad a compartir con Tura Urb!

Ezequiel Tujague, el escritor, alegre propagador de buenas circunstancias sociales, teatrero, el hacedor de una oratoria abierta, simpática, contagiosa y profunda, ya parte de “Corazón Amateur”, nos cuenta esta vez -con la magia que hay detrás de su semblante entusiasta e infatigable, en su afán de propagación de nuestras invenciones locales- qué pasó en la varieté realizada y organizada por el colectivo autogestionado Tura Urb el sábado pasado (en el bar “Portón Rojo”, en donde hubo seis bandas en escena, poesía, teatro y muestras), un equipo de trabajo lleno de un espíritu peculiar, distinto porque, desde lo gratis, desde el fundamento de una convicción sólida, motoriza su poder para revelar lo que se omite y se tapa muchas veces, o por subestimación o por analfabetismo artístico: nuestro arte local, lleno de vida pero de pocos escenarios, que deben ser armados, en la mayoría de las veces, por estos colectivos insólitos que, con mucha humildad, sin reclamarle a nadie, casi con ingenuidad o tal vez por pura inteligencia, gestan espacios para que no se disipe la libertad que procede siempre con astucia y altura desde la invención. Entonces, frente a este cuadro humano sagaz, Ezequiel toma la vara de su pluma y se empeña, una vez más, en contar qué pasa con nuestro arte vernáculo, evidenciado por la fuerza de nuestros creadores y por grupos como Tura Urb, un agente cultural que va mostrando, paso a paso, de qué está hecho: de convicciones, virtudes de abnegación y solidaridad tranquila, sin reveses, esa que convoca y que cae bien por la sana intención, por la magistralidad de lo limpio en su habla general, en el fondo de sus conceptos claros.

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TEXTO DE EZEQUIEL

 Fue movido febrero. Movidito, corto, pero movidito. 

Carnavalincoln y la ciudad, alteradas por la fiesta tradicional del Carnaval Artesanal, que todo lo abarca. Largas noches de corsos en la ciudad. 

Fue acertado haber modificado la fecha para realizar el Turavarieté, que, finalmente, aconteció este 29 Bisiesto de febrero, post Carnaval.

Todo es detalle valioso que debe ser tenido en cuenta a la hora de organizar un evento cultural y musical.

Muchos son los detalles. El primero la fecha. ¿Qué día?

Fue un acierto posponerlo; hacía mal tiempo aquel primer finde. ¿Se acuerdan? 

Y, hoy, con la respuesta del público, y el diario del lunes, podemos decir que fue un gol de Carnaval haber pasado la fecha. 

Pero, en realidad, el acierto es la existencia de Tura Urb, modestias aparte, porque allí habita una fuerza juvenil de este colectivo humano auto organizado e independiente, para seguir acertando con eventos sólidos.

Que ponen encima de todo, las ganas de propagar el arte local. Las ganas de que la música y el arte todo, suceda. Y sucede.

Acontece.

Con humildes fuerzas, genuinas de crear espacios para masticar las melodías de músicas nuestras, de generar la atención con las artes visuales de fotografías en diapositivas y cuadros en colores e imágenes inéditas.

Con la participación del público, que está ávido de pasar gratos y (gratis) momentos. Y que sabe y se vuelve comprensivo para entender o corresponder, con su atención, la seguidilla del punk joven e incendiario, al folk de guitarras profundas y gritos limpios de chacareras. 

El público es familia entera que puede comprar varios choris y papas fritas con cheddar porque no lo roban en ese consumo.

“Si de todas maneras te lo gastás igual, pero te vas con la panza llena. Y los niños y niñas pueden tomarse dos o tres gaseosas”. Pueden. 

Decía un padre de familia numerosa. 

Venga familia numerosa, vengan los barrios de la ciudad a compartir con Tura Urb. Ésa es la propuesta, basada en el arte. En convidarlo. En darle lugar, en propiciar que circule, en que se visibilice, que surgían las y los nuevos creadores. Nuevas mujeres pintando y tocando canciones suyas. Pintando imágenes suyas. Suyas para compartir. Para mostrar.  Para salir a combatir la inercia. La invisibilidad que nos aísla. Es fuerte y emocionante ver tanta creación.

Tura Urb son puentes colgantes para que nos colgemos todas y todos. Colgados de la idea creadora. Usted está siendo avisada y avisado. Queremos conocerles.

Por eso, Varieté. Por eso varía. 

Con muchas cuestiones para mejorar, siempre.

Tenemos que estar atentos a esto, para no perdernos. Para no corrernos de nuestros principios autónomos pero no aislados, para no caer en lugares comunes. Y superar las trabas de la formalidad del régimen. Que nos mira de reojo. Atentos a ver qué hacemos. 

No sea cosa que sean multitud estos, ¿pensaran? Y que ganen dinero sin compartirlo.

No hay dinero. Hay fondos para las y los músicos. Hay recursos. Y talentos humanos.

Más valiosos que millones de libras y pesos y pesetas. 

Por eso hacemos el primer fanzine, esa publicación austera en recursos. Pero llena de contenidos. Los fanzines que son folletines de 50 tiradas, con muchísimo amor y estallados de poesías y mensajes de acá, de artistas de Lincoln y la zona. 

Ese es un gran acierto.

Porque cada persona pudo llevarse a su casa el primer fanzine, artesanal y pobre, accesible para tenerlo en la mesa de luz o en el centro de mesa, de Tura Urb. Como un suvenir. Literario.

Poético.

Visual y plástico. 

Collage.

Con poco, con mucho.

Con la fantasía punk y joven.

Sin ataduras.

En fotocopias caseras.

Impresos los sueños, se hacen realidad.

Por eso se puede volver a un lugar como esa hermosa quinta Soñada. Así su nombre.

Porque las cosas se van haciendo modestamente bien. 

Por eso abrimos puertas, soñadas.

Por eso seguiremos pensando y soñando.

Porque hay un grupo humano que quiere y necesita, y cree en hacer. 

Por eso será que el público, nuestros amigos y amigas y amigues, vienen y quieren más eventos de Tura Urb.

Somos urbanos y nos estamos organizando.

Para proponer arte en sus diversas disciplinas y manifestaciones. 

Por eso las y los músicos y sus bandas quieren estar o intentar construir cosas desde la comunión. Desde escenarios con luces y sonidos potentes. 

Estamos haciendo. En ese hacer nos inventamos. Tomamos conciencia en la práctica del hecho. Materializamos ideas.

Estamos para articular con demás organizaciones. Porque es posible. Sin dañar principios y bases de acuerdo. 

De hecho, ya está sucediendo.

Por eso estamos en los barrios, atentos a colaborar, ayudar y levantar las banderas de la libertad y de la solidaridad de clase, desde un arte donde todo esté permitido. 

¿Se entiende?

Estamos pensando en el barrio Cirigliano porque tenemos amigas y amigos allí; pensamos en los comedores porque hay hijas e hijos nuestros allí. O amigas y amigos de nuestros pibes allí. Porque tratamos de mirar al lado, al costado para ver quién habita allí.

Miramos al interior de las instituciones, a las y los seres que ahí gravitan.

Una mirada que intenta ser horizontal.

Todo para el arte y el encuentro.

Y, cuando no sea así, todo será en vano.

Por eso nos pretendemos vivos y alertas a las condiciones que nos rodean, sin escaparle al sistema, sino haciéndole burlas de Carnaval todo el año.

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